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Bajándose de su moto, el de piel rojiza se quitaba el casco, acomodando su chaqueta y sacudiendo un poco su cabeza para re acomodar su cabello, llevando una mano detrás de su cuello miró en dirección a la vivienda del ruso, su dichoso cuñado; terminó frunciendo el ceño al ver a otro chico detrás de la puerta del hogar de Tabi, sintiendo instantáneamente el como la piel detrás de su cuello se erizaba ante la repentina idea de alguna confabulación, y por más familiar que se le hiciera ese chico no se limitaría a rebajarse a su nivel y actuar confiado.

Dejando el casco asegurado en la moto, se acercó totalmente determinado a aquel sujeto, apoyando su mano contra el marco de la puerta principal de aquella vivienda, le sacó un sobresalto al encorvado chico que volteó a verle en pánico, pero pareció apaciguar su expresión al aparentemente reconocer su rostro.

— Que susto, eres el de la fiesta de cumple, ¿no? —Le señaló, riendo un poco.— No te veía desde... Pues ese día, creo. O tal vez te vi en un supermercado.

Arrugando el entrecejo, Aldryx permaneció en silencio observando la extraña recapitulación que se estaba formando ese chico, definitivamente su atención no era la mejor de sus cualidades, pero ¿quién era para juzgar? Tampoco era el más centrado de todas formas.

— Andromeda, mi nombre es Aldryx Andromeda. Soy el hermano mayor de Agoti. —Habló, sacando al alto chico de ojos cansados de su trance.

— Ahh... No, definitivamente no me acuerdo de ti, yo creí que si. —llevó su mano a su barbilla, pensando un poco más.

Antes de poder decir algo en respuesta a su patética capacidad de recordar, la puerta de la vivienda se abrió, dejando ver al ruso que parecía sorprendido de ver a ambos chicos esperando ser atendidos.

— Ah, no sabía que vendrían juntos. —Habló el más bajo dejándoles el paso libre para que entren.

Si bien Flux entró como pedro por su casa, Aldryx entró con lentitud y notable desconfianza, mirando alrededor de aquel pasillo principal que guiaría al resto de lugares en la casa, observando a lujo y detalle cada rendija que pudiera resultar sospechosa, buscaba algún tipo de cámara oculta, en situaciones así cualquier ser ajeno a la familia eran potenciales sospechosos.

— ¿Quieres algo de beber o de comer? —Preguntó el chico calavera, pasando a un lado suyo.

— No, yo vengo por Agoti.  Ya ha estado mucho tiempo contigo.

— ¿Mh? Oh, pensaba llevarlo ahora a su casa, es que él está cambiándose de ropa, se ensució comiendo en el desayuno. —Explicó, apartando su mirada al recordar el peculiar despertar.

Se tensó un poco al oír aquello, el cuerpo desnudo de su hermano sería un boom en el internet, tal vez estaba demasiado paranoico, pero como hermano mayor no podía confiarse de nadie que pudiera hacerle daño q su hermanito.

— Iré con el, permiso.

Adentrándose, buscó con la mirada la única puerta que estuviera cerrada, abriéndola y cerrándola apenas entró, vio a su hermano menor cubrirse un poco el torso por inercia ante la repentina aparición, pero no le presto mayor atención, simplemente se dispuso a revisar alrededor en búsqueda de alguna cámara oculta la cual pudiera exponer a su hermano.

La confundida mirada del menor se posó sobre el, y terminando de vestirse se acercó a su hermano, siguiéndole en silencio por el cuarto hasta que aparentemente terminó de revisarlo, cruzándose de brazos para mostrarse serio instantáneamente.

— ¿Qué se supone que estás haciendo aquí? —Preguntó el de piel mestiza, realmente odiaba que le fueran a recoger como si fuera un crío.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora