Tocando suavemente la punta de aquel mini cuernito del infante, Tabi frunció un poco el ceño ante su curiosidad, realmente seguía sin entender sus cambios genéticos propios por la maldición, y esta herencia que había adquirido su hijo era igual de compleja, pero le tranquilizaba que al menos tuviera algo de él que relucir, aunque últimamente notaba un ligero cambio en las puntas del cabello de Anton, estaban sutilmente teñidas de castaño, aunque esto podía apreciarme mejor con más luz.
— ¿Ya estás más tranquilo? —Preguntó al ver la actitud somnolienta de su hijo.— ¿Vamos a la camita?
Dejándose caer sobre su costado derecho, el bebé se dejó descansar sin demasiado cuidado, como si estuviera derrotado, pero para el ruso aquello fue totalmente alarmante porque casi se golpea la cabeza en el proceso de no haberla atrapado con su palma tal vez le hubiera lastimado bastante.
Cargándolo, lo apegó a su pecho, percibiendo así su pequeña y tierna respiración mientras sus manitos se agarraban de su ropa como de costumbre, era como un pequeño monito; había momentos en los que Anton parecía odiarle, pero situaciones así de adorables como ésta le hacían sentir que todo valía la pena.
— ¿Todavía no lo llevas a su cuna? —Cuestionó Agoti quitándose la sudadera.
— Lord have mercy... —Dijo por inercia al verle llegar de tal forma. Sacudiendo su cabeza para no hacer tan evidente su mirada invasiba.— Es que hoy estuvo muy enérgico, pintó sus manitos en un papel y casi se la come, pero lo tuvo ocupado y entretenido mucho rato, ama los colores. —Comentó antes de reír, evitó comentar que había manchado paredes de la casa en el proceso.
— Ooowww, me habría encantado verlo. —Respondió algo apenado, poniéndose una camiseta holgada para luego acercarse a su pareja e hijo.— Siento que me estoy perdiendo gran parte de su crecimiento, no puedo soportarlo, ya dentro de unos meses cumplirá su primer añito y siento que no he pasado tiempo suficiente con el.
— No digas eso, al menos estás presente y no te diste a la fuga como mis papás. —Trató de bromear, aunque dio más pena que gracia.— En fin sería genial que pudiéramos hacer algo en familia para celebrárselo.
— Veré cómo está mi horario, Sol está tratando de liberarme el calendario para esas fechas, pero por lo atrasados que estamos está complicado. —mimó la cabeza del pequeño crío.
En respuesta, Anton meneó su colita de un lado a otro, embozando una sonrisa inconscientemente la cual le hizo lucir tan adorable como desde el primer día en sus vidas.
Recibiendo un beso en la mejilla por parte del ruso, Agoti dejó que su pareja fuera a dejar al pequeño a la cuna, y solo pudo suspirar de forma pesada, amaba su trabajo, pero tener una relación familiar activa a escondidas era muy difícil.
Quitándose los zapatos, se dio el lujo de andar descalzo por la habitación, estar todo el día usando zapatillas ya le había hecho sentir adolorido los talones; aproximándose a la cama para poder recoger su pantalón de pijama bajo la almohada, se agachó un poco para bajarse los jeans, deteniéndose al instante en el que sintió contacto cálido con su cola, bajando la mirada en aquella posición, miró entre sus piernas contemplando otro par de ellas a sus espaldas, jadeando rápidamente al sentir un jalón desde su cadera para sentir un choque con su retaguardia y otra zona ajena.
— Tabi, sucio. —Reclamó enderezándose rápidamente al sentir el arrimón contra su trasero.
— Te regalaste. —Dijo levantando los hombros.
Ruborizándose un poco, el chico simplemente negó con un movimiento de cabeza, desviando su mirada para evitar el contacto visual con ese chico mientras se cambiaba de pantalones.
Realmente era lindo el cómo había progresado su amor, solían solamente hablar por mensaje y ahora mismo convivían bajo el mismo techo, decía "convivir" ya que Tabi tenía su casa, solo que estaba temporalmente de visita en la suya para poder estar ambos en contacto con el pequeño bebé en crecimiento.
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Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]
FanficDespués de lo ocurrido con la familia Dearest, Tabi se volvió un sujeto solitario en cuanto a vida amorosa, sin embargo, el interés por experimentar algo nuevo, tal vez en broma desde cierto punto, decidió instalar una app de citas; jamás imaginó fi...