Recostado sobre el suelo, el ruso permanecía observando pacientemente a su pequeño retoño alzando sus manitos tratando de alcanzar los juguetes que colgaban en su área de juego, era tan adorable.
Entrecerrando sus ojos, el sueño comenzó a provocar un pesar en sus párpados, pero trataría de mantenerse el máximo tiempo posible despierto, pero todo estaba demasiado tranquilo como para distraerse con algo.
— Recuéstate en la cama si vas a dormir, amor. —Habló Agoti desde el escritorio.
— Que no. —Se dio palmadas sobre sus mejillas, arrodillándose sobre el suelo para no quedarse dormido.
Riéndose un poco, Agoti negó con un movimiento de cabeza, Tabi siempre había sido así de terco, desde que comenzaron hablando por mensaje hasta en sus diversas citas, siempre le gustaba tener el control de todo, pero no podía estar siempre al 100% en un estado de vigilia.
Volvió a mirar los papeles sobre su mesa, componer canciones era un pasatiempo que le agradaba mucho, el estar en su hogar con aquellos a quien amaba le había devuelto la inspiración, tal vez ahora no pueda volver a la música por el acosador misterioso, pero cuando estuviera de regreso tendría muchas sorpresas para sus fans, y en parte su comunidad lo merecía, le habían dado muchísimo apoyo con todo lo que estaba ocurriéndole, al menos la mayoría, no faltaban los sujetos criticones.
— ¡Agoti, mira! —Alzó su voz el ruso señalando en dirección al bebé.
Girando su mirada velozmente, observó cómo el pequeño y torpe bebé inclinaba su cuerpo sobre uno de sus costados con algo de esfuerzo, rápidamente ambos padres se pudieron de pie buscando algún teléfono o una cámara con la cual poder grabar aquel momento; al final, Agoti encontró su teléfono y pudo acercarse a grabar al pequeño. Era la primera vez que se volteaba solo, eso significaba un buen desarrollo y fortaleza de sus músculos, y ambos padres prometidos estaban completamente encantados.
— Eso es, Anton. Muy bien, que pro. —Le dio ánimos el digidevil, moviendo enérgicamente su cola ante el esfuerzo de su pequeño.
— Vamos, tú puedes, ponte de pancita. —Habló Tabi con más suavidad.
Volteando completamente, el bebé pudo acomodarse sobre su barriga en aquella zona de juego que le habían instalado en aquella enorme casa, ambos padres alzaron sus brazos en celebración, mirándose mutuamente para así abrazarse emitiendo sonidos incomprensibles de emoción, Anton definitivamente no entendía porque tanto escándalo, pero amaba toda esa atención.
Moviendo su colita, el pequeño bebé recibió mimos en sus mejillas y cabeza, sonriendo ampliamente para poco después emitir una pequeña risita, melodiosa para ambos adultos que detuvieron su escándalo al oírle, era la primera vez que le oían reír, generalmente solo sonreía o emitía balbuceos leves aparte del llanto.— Voy a llorar. —Murmuró el ruso, tomando a su pequeño bebé para reposarlo sobre su regazo una vez se había acomodado sobre el suelo.— ¿Esa fue una risa o me estoy volviendo loco?
— Fue una risa. —Confirmó Agoti, aún con su grabación en curso, enfocó al infante haciendo zoom constantemente a su cara.
— Deja de grabarlo así, ni que estuviera en un remix.
Riéndose, Agoti apartó la cámara, y en cuanto estuvo dispuesto a cortar la grabación se escuchó nuevamente la risa del bebé, y a vista de ambos, el pequeño integrante de la familia movió sus piernitas totalmente enérgico y emocionado, riendo ante la expresión de ambos adultos frente a él, era un niño muy risueño, un encanto, y ambos padres estaban bajo el efecto de su maravillosa magia de la lindura.
— Me va a explotar el corazón, te lo juro. —Habló Tabi sin apartar la vista del inquieto niño.
— Me lo como a besos. —Lo enfocó nuevamente.— Dios, mi papá amará ver esto.
Suavizando su expresión, Tabi miró de reojo a su pareja, sintiendo nuevamente esa calidez en su pecho que le había hecho darse cuenta de que estaba en el lugar adecuado. Jamás imaginó tener una familia tan joven, pero sin duda no se arrepentía de nada, era mejor que muchos otros padres, y a pesar de no poder ofrecerle todo a su familia eran felices, había amor y eso es lo que importa, no podría pedir algo mejor.
Tragando saliva, sintió su pecho apretado, él jamás tuvo un padre que le celebrara sus logros, jamás tuvo una madre que le enseñara los buenos caminos, jamás tuvo hermanos, pero ahora tenía una pareja, un hijo, y en pocas palabras una familia. Quería quedarse... Iba a quedarse, si esto era un sueño deseaba que jamás terminara, prefería morir antes que vivir en alguna otra realidad, amaba esto.
— Te amo, Agoti.
— ¿Uh? —Se ruborizó.— ¿A qué viene eso?
— No lo sé, solo... Te amo. Los amo a ambos.
— Aaaww~ —dejó su teléfono a un lado, tomando las mejillas del ruso para dar constantes besos sobre su rostro.— Y nosotros también te amamos, Tabi. Muchísimo, jamás podrías imaginar cuánto.
Cerrando sus ojos, el extranjero volvió a recibir besos en todo su rostro y en cuanto cesaron ambos bajaron su mirada en dirección al bebé que les observaba tan curioso como siempre, llevando sus manitos a su boca en lo que su colita demostraba lo contento que estaba.
Ladeando su cabeza, Agoti reposó su mejilla sobre el hombro de su amado novio, suspirando un poco para así acercar su pulgar a la suave y rellenita mejilla de su hijo, mimandole con mucho amor antes de mirar a Tabi nuevamente.
— Quiero que nuestro próximo hijo se parezca a ti.
Atragantándose con su saliva, Tabi carraspeó un poco en lo que su expresión demostró total impresión por aquello dicho, ¿otro hijo?, pero no tenían planeado tener otro, ¿o si?
— Agoti, si te lavaste bien la última vez, ¿no?
— Jajajaja, si. —le dió un golpecito amistoso en el hombro.— Lo decía para cuando Anton ya esté más grande y cuando estemos casados.
— ¿Ca-casados? —Sus mejillas ardieron ante la idea, aunque no le desagradaba la verdad, ansiaba poder compartir anillos con su amado novio.
— Si, amor. Casados~
Desviando su mirada, el digidevil envió la grabación al grupo de su familia, Aldryx estaba en casa, así que en cuanto viera el video vendría corriendo lo más seguro, este bebé les había robado el corazón a todos, lo que más me impresionaba, era que hasta se había robado el corazón de Solazar, quien fue el primero en ofrecer la idea del aborto ahora era el más consentidor con la cría de la casa, pero al menos era bien recibido, que su hijo sea amado y deseado era lo más importante.
Oyéndose los rápidos pasos en el pasillo, Agoti supo enseguida que se trataba de su hermano, fue cuestión de segundos en los que ya estuvo ahí con ellos, y como era costumbre, Anton disfrutaba plenamente de la atención, sonriendo y riendo ante cada mimo y palabra bonita que recibía, era el encanto del hogar; un pequeño angelito que llegó a sus vidas a salvarlos de la tristeza.
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Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]
ФанфікиDespués de lo ocurrido con la familia Dearest, Tabi se volvió un sujeto solitario en cuanto a vida amorosa, sin embargo, el interés por experimentar algo nuevo, tal vez en broma desde cierto punto, decidió instalar una app de citas; jamás imaginó fi...