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Pensativo, Agoti mantuvo su tenedor en movimiento sobre la comida en el plato frente a él, ya era viernes, realmente le preocupaba el cómo pasaban los días, no se sentía tan listo para aquel domingo, tenía muchas dudas, y en parte seguía asustándole que todo esto resultara ser una especie de trampa cruel que abusara de su confianza y sentimientos, enserio le gustaba ese chico, tenía muchas ganas de conocerle personalmente, pero ¿cómo podía estar seguro que el sentimiento realmente era mutuo?
Podía ser simplemente un chiste pasajero para ese chico, uno realmente no conoce las verdaderas intenciones de otra persona; ya lo había visto en la firma de álbumes, y si bien su aspecto no era como el de los príncipes de los cuentos de hadas si le gustaba, lo sentía tan especial, amaba su estilo, y era consciente de que así como a él le gustaba podrían haber montones de personas más que estuvieran interesadas en el ruso, y en parte eso le hacía sentir inseguro.

No es como si se sintiera poco, al contrario, lo tenía todo e incluso era mejor que muchos, pero el ser una celebridad complicaría todo, no por lo típico de los rumores que se esparcirían, eso era lo de menos, era simplemente que estaría ocupado mucho tiempo cuando se realicen las giras, o cuando tenga la obligación de componer canciones u asistir a las sesiones de fotografía. Sin olvidar mencionar que también aterraba despertar el interés monetario en la otra persona, solía pasar eso.

Sabía lo importante que era la comunicación en una relación, y dudaba que un romance pudiera ser fácil con su vida atareada, solo esperaba que hubiera disposición de ambos en hacerlo funcionar, aunque ahora sus grandes preocupaciones era:
-No ser secuestrado.
-Ser aceptado por Tabi.

— Bro. —Habló Aldryx, chasqueando sus dedos frente al rostro del distraído muchacho.

— ¿Ah? Sí, sí. —Asintió repetidas veces, aunque no tenía idea de que le había dicho.

— ¿Si qué? No te pregunté nada. —Frunció el ceño.

— Oh... —Se rió algo nervioso.— Lo siento, ¿qué me dijiste entonces?

— Nada, pero ahora tengo curiosidad. ¿En qué piensas tanto? Deja que tu hermanito mayor te aconseje un poco. —dijo mientras acercaba su tenedor al plato de su hermano.

Viendo cómo Aldryx hurgaba en su comida, simplemente tomó su tenedor con firmeza para así darle un golpe en la mano con esta, sonriendo con un poco de gracia al verle apartarla rápidamente, sí bien no tenía tanta hambre no le daría el gusto de comerse lo suyo.

— No es nada, no tienes que preocuparte. —Respondió antes de simplemente empezar a comer, ya estaba enfriándose.

— ¿Que no me preocupe? Pero si tú estás actuando más raro de lo normal, ¿cómo quieres que esté tranquilo así? Mírate, hay fideos sobre la mesa y ni siquiera habías tocado tu plato hasta ahora, ¡y te encantan los fideos!

— Mmhh, ¿y Sol?

— No me cambies de tema, jovencito. Sé que te ocurre algo y te sacaré la verdad tarde o temprano.

— Cielos, Al. Bien, te diré, pero no le digas nada a Solazar.

Asintiendo con entusiasmo, Aldryx acercó su silla con bastante emoción hasta un lado del más joven, acercándose como si fuera el secreto más interesante y privado del mundo, como si su vida dependiera de ello.
El menor de los hermanos, simplemente limpió su boca para así acercarse a su oído y poder susurrar, obviamente después de haberse asegurado que su manager no anduviera cerca.

— Tengo una pareja virtual. —Confesó en voz baja, separándose con un pequeño temblor en sus manos por el nerviosismo.

La expresión de Aldryx simplemente fue única, le miró con la cara más confundida que alguna vez haya visto en su vida, en parte le causó mucha gracia, pero por otro lado le hizo sentir aún más inseguro.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora