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Los pájaros cantaban armoniosamente al mismo tiempo en el que la luz del brillante exterior entraba por las pequeñas rendijas que se producían entre las cortinas mal cerradas.

El muchacho de piel mestiza daba la vuelta sobre su costado izquierdo para así seguir durmiendo libre de preocupaciones, siendo aquel instante en el que la luz lograba dar contra su rostro haciéndole arrugar un poco el entrecejo.
Quejándose, alzó una de sus manos, cubriendo la molestó a luz que daba en su rostro para así poder abrir libremente sus ojos, parpadeando un par de veces antes de quejarse en voz alta, su cadera dolía a cántaros.

Acomodándose boca abajo, abrazó la almohada sobre la que reposaba su cabeza, abriendo sus piernas para así alzar un poco una de ellas, quedando en una posición bastante cómoda como para seguir durmiendo, pero las cortinas medias abiertas no le dejarían el camino libre, ojalá haberlas cerrado bien anoche y no haber estado apurado en el proceso.

Suspirando de forma pesada, giró su cabeza para el lado contrario, viendo la espalda del ruso que dormía a su lado, no pudo evitar sonreír un poco. Arrodillándose, arqueó una poco su espalda, apoyando su pecho sobre la cama en lo que estiraba sus brazos frente suyo sobre la superficie, alzó un poco su cola para terminar de estirarse completamente para quitarse completamente el sueño de encima.

— ¿Dónde quedó mi ropa interior? —Preguntó para sí mismo en voz baja, mirando a su alrededor para así ver dicha prenda sobre la cama.

Alcanzándola con uso de su cola, se la puso totalmente tranquilo, no iba hacer movimientos bruscos hasta dejar de sentir ese intenso malestar que repercutía sobre su cadera.

Gateando sobre la cama, dio la vuelta para así ver el pasivo rostro de su amado descansando.
Moviendo su cola, Agoti ladeo un poco su cabeza para así sonreír inconscientemente, se veía bastante tranquilo, ¿quién diría que anoche había estado tan enérgico y bruto?

— Tabi. Hey... —Lo movió un poco, pero no de forma brusca, no quería despertarle y asustarle de alguna forma.

— Mmhh... —Se tensó un poco, dándose la vuelta para evitar el contacto con el movimiento.

— Oye. —gateó hasta el nuevamente. Siendo igual de insistente y molestoso que siempre, volvió a moverlo.

— ¿Qué pasa? —Habló con aquella grave y rasposa voz que tenía al amanecer.

Estremeciéndose un poco, las mejillas de Agoti enrojecieron bastante por aquello, desviando su mirada unos segundos en los cuales aprovechó de tragar saliva, recomponiéndose para volver a mirarle.

— Tengo hambre.

— Cómeme esta.

Hubo unos segundos de silencio, Agoti bajo su mirada a cierta zona, realmente no hubo más movimiento o respuesta por parte del ruso así que supuso que hablaba enserio; le daba vergüenza pasearse por la casa de su pareja mientras este no estaba con él, no era suya y no sentía la misma libertad que en la propia.

(🔞) Acomodándose, alzó un poco las mantas, realmente a partir de ahora trabajaría a ciegas, literalmente. Conocía la condición física de su pareja, pero la invisibilidad no sería inconveniente. ¿Era correcto hacer esto? Fue el ruso quien le dijo eso, así qué tal vez no había problema, al menos así se aseguraría de despertarlo considerablemente de buenas.
Acomodándose bajo las cobijas, deslizó sus manos por los muslos del ruso, dando finalmente con aquella zona que estaba buscando.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora