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— ¡¿Dónde carajo está tu hermano?! —Preguntó Solazar, completamente fuera de sí.

— No lo sé.

Mirando al hombre fuego moverse de un lado a otro con inquietud, Aldryx simplemente encendió un cigarrillo, la verdad es que si sabía dónde se encontraba su hermano, pero no iba a admitir que estaban trasladándose de aquella manera que exclusivamente les habían prohibido a ambos.

Expulsando el humo de su cigarro, observó como Solazar estuvo a punto de lanzar su teléfono contra el suelo, el número de Agoti estaba fuera de línea, y esto ya estaba saliéndose demasiado de control.
Alzando una de sus cejas, miro al inquieto director de producción simplemente observar el comportamiento de su padre, Agoti le había mencionado sobre él, pero no lograba ver lo aterrador en ese sujeto, con un simple puñetazo seguro ya estaba llorando.

— Iré a mi cuarto, tengo sueño. —Avisó apagando el cigarro contra el sofá.

Aldryx. —Le detuvo el manager.— Sé que sabes algo sobre el paradero de tu hermano y sé que tú eres el más consciente entre los dos, así que te doy 30 minutos para que traigas acá a ese tarado, y no haré preguntas, ni acusaciones, ¿trato?

Entrecerrando sus ojos, Aldryx analizó la mirada de su padre, sonaba como un buen trato, bastante convincente la verdad, pero necesitaría más de 30 minutos.
Haciéndole un gesto con la mano, le dio a entender que debía prolongar el tiempo, pasaron de 30, a 45 minutos, luego de esto concluyeron en que tenía 1 hora para traer a Agoti de vuelta, ni un minuto más.

Retirándose a su habitación, cerró la puerta con pestillo, y tras comprobar algo en su teléfono simplemente suspiró.
Aquí iba de nuevo.

...

Con la mirada en su teléfono, Flux se apresuraba en teclear rápido los botones de aquel juego el cual reproducía en pantalla, estaba a poco de alcanzar el nivel máximo de la misión cuando una mano salió de la pantalla y dos dedos picaron sus ojos.

— ¡Ay, aauuuch! —Soltó el teléfono sobre la cama, cubriendo sus ojos con sus palmas.— Carajo, viejo. Debes dejar de hacer eso, me vas a dejar ciego.

— No me disculpo. —Dijo Aldryx terminando de atravesar la pantalla.

Gateando por la cama, se puso de pie sobre el suelo para estirarse un poco, había perdido la práctica con aquel método de traslado, pero definitivamente se sentía bien estar de vuelta.
Aunque realmente no imaginó volver a estar metido tan pronto en el cuarto de este despreocupado chico.

— Agh, me hiciste perder. —Se quejó el pálido digidevil volviendo a ver su teléfono.

— No seas llorón, solo vuelve a empezar. —Se acercó a la mesita junto a la cama, tomando de la lata de bebida que había ahí.

Dejando su teléfono nuevamente sobre la cama, Flux simplemente se deslizó hasta quedar sentado en la orilla del colchón, era extraño que Aldryx llegara sin avisar, nadie sabía que se llevaban exclusivamente bien y solían encontrarse en privado para hacer alguna ridiculez juntos, consideraba que combinaban a la perfección, solo que Aldryx seguía negándolo por necio.

— ¿Y qué te trae por aquí? Creí que no volverías hasta que finalice la gira. —Rascó su abdomen.

— Vengo por mi hermano, así que vas a llevarme a la casa de mi cuñado, ahora. —Chasqueó los dedos.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora