Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]

49

Bajando por las escaleras, Tabi observó cómo Anton, su pequeño hijo, aún seguía en su silla junto a Aldryx en aquel comedor, el adulto a su cargo había pasado de darle su almuerzo a un pequeño postre de compota que al bebé del hogar tanto parecía gustarle.

Alzando su mirada, Aldryx pareció más tranquilo al encontrarse con Tabi, pero el ruso tenía otros planes en mente, cuidaría a su hijo más tarde, ahora debía hacer relucir la dignidad y estatus de su amado novio; si tenía que matar a alguien para que nunca le falten el respeto lo haría.

— E-espera, ¿a dónde vas? —Dijo Al subiendo la tonalidad de su voz al verle seguir por el pasillo.

— Tengo que salir un momento, ya regreso. —Respondió tomando las llaves sobre un velador en el pasillo principal.

— Pero- —Se levantó.

Llevando con él a Anton, se apresuró a seguir al ruso que se dirigía a la puerta principal, era malísimo cuidando de niños, seguía sin entender porque la gente insistía en tenerlos, era mucha responsabilidad, eran lindos y todo, pero no podría tener los suyos propios.

Iba a decir algo, pero al abrir la puerta se encontraron con un sorprendido digidevil pálido que les dedicó una sonrisa casi al instante.

— Hola, Tabs. —Saludó Flux.— Permiso, Al me llamó para-

— Ven conmigo. —Dijo pasando a su lado, saliendo finalmente de la propiedad.

— Pero Aldryx me llamó para-

— Ven.

— De acuerdo. —miró al demonio de piel rojiza, levantando sus hombros en su dirección antes de darle la espalda.

Aldryx sin duda alguno no comprendía el porqué del cambio de actitud de su cuñado, hace unos minutos estaba completamente bien, incluso se atrevía a decir que feliz, ¿habría peleado con Agoti por alguna razón? Carajo, había tantas probabilidades, pero no sacaría conclusiones tan rápido.

Cerrando la puerta principal, se encaminó escaleras arriba, bobeando un poco con el bebé entre sus brazos que insistía en llevarse un colgante de su cuello a la boca, se lo retiró una vez mas, y entrando en la habitación de su hermano menor le vio bastante tranquilo comiendo aquel almuerzo que había dejado anteriormente sobre la mesa y que Tabi había tenido el agrado de llevarle al cuarto.

— Oye, ¿qué pasa? Tabi salió enojado de la casa, ¿ocurrió algo?

— ¿Eh? ¿Salió? —Se levantó de la cama, apresurándose a mirar por la ventana.— Pero dijo que hablaría con Solazar.

— Pues yo lo vi salir, de hecho se fue con Flux. —Se miraron en silencio, así que sintió la necesidad de explicar.— Lo había llamado para pedirle que cuide de Anton, yo quería dormir un rato. —Agregó, desviando su mirada un poco.

— Ay no... —dejó su plato a un lado.

Tenía intensiones de salir de la habitación, sin embargo, su hermano se lo impidió, atrapándole del brazo y mirándole directamente a los ojos musitó unas palabras con firmeza: "cuéntamelo todo", el menor sabía que no tenía más opción, era cuestión de tiempo como para que ellos lo supieran después de todo, pero no lo diría más de dos veces, así que cedió, pero primero irían a por Solazar para ponerlo al día también.

...

— ¿Puedo saber qué pasa? —Preguntó Flux manteniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.