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Poniendo la tapa de aquel vaso de bebida, Tabi se acercó a la bandeja que estaba sirviendo, revisando una vez más lo que la boleta de compra decía que incluía aquel pedido, suspirando tras haber terminado el último, alzó su vista un poco a la gente en sus asientos y las personas que esperaban su pedido, apoyando sus manos en la barra, decidió llamar al cliente.

— ¡Mariana! —Alzó su voz para llamar la atención de los clientes, esperando que la muchacha fuera con el.

Viendo a una chica ponerse de pie e ir por su pedido le hizo reaccionar, estirando su mano para recibir su número de pedido y confirmarlo con la boleta, entregándole finalmente la bandeja y deseándole buen provecho, definitivamente aquel día había sido bastante atareado, pero al menos su compañero nuevo no era insoportable como el anterior, aunque en parte solo se comportaba así porque ya era un poco mayor, no viejo, pero si un adulto hecho y derecho.

— Largo día, ¿No, chico? —Habló su compañero mientras contaba el dinero de la caja.

— Sí. —suspiró, tomando el asiento disponible para así descansar un poco.

— Tranquilo, ya es jueves, mañana será el último día para ti, así que trata de aguantar. —terminó de hacer registro del dinero de una de las cajas, decidiendo ir con la siguiente.

— Claro, ¿tú trabajas de lunes a viernes o hasta el domingo?

— Hasta el domingo, pero está bien, me hace falta bastante dinero, no me quejo del pago.

Asintiendo, Tabi ladeó su cabeza para leer el nombre en su colgante de empleado, "Garcello", que nombre más peculiar, no tanto como el suyo, pero definitivamente tardaría un poco en aprenderlo, sinceramente era malísimo con los nombres, si no fuera por la placa de identificación de su colgante no podría dirigirse a sus compañeros sin cometer errores, pero bueno, ¿quién se daría cuenta?

— Hey. —Emitió el hombre, chasqueando sus dedos para llamar su atención y señalar que había un nuevo cliente entrando y acercándose a la barra.

— Ah, joder.

Levantándose de mala gana, recogió unos papeles que habían encima de la barra de registro para así tirarlos y mirar la pantalla de su monitor para tomar su orden.

— Buenas tardes, ¿Que podemos servirle? —Dijo mientras tecleaba algo, lo típico para abrir la boleta.

— Unos buenos besos suyos, por favor. —Dijo el cliente apoyando sus manos sobre el mesón.

— ¿Para servir o para llev-? —frunció el ceño y le miró con una expresión sombría.

¿Quien se cree? Ahora estaba en una relación, no porque fuera atractivo podían piropearlo así, definitivamente no lo dejaría pasar.

— Me temo que eso no se puede, están reservados para mi novio.

— Que suerte, porque su novio está Justo aquí.

Bajándose la mascarilla, Agoti le dedicó una pequeña sonrisa burlona, Tabi simplemente se tensó un poco, mirando a su alrededor constantemente para luego inclinarse un poco sobre la barra, jalándole del cuello de la capucha para poder susurrarle.

— ¿Qué haces aquí? Te dije que te vería mañana. —Le dio un pequeño apretón en la mejilla como regaño.

— Auch. —Sonrió algo embobado.— No podía esperar tanto, no nos vemos desde el lunes. —Respondió con el mismo tono bajo de voz.

— ¿Qué opina tu manager sobre qué estés aquí? Se va a enojar.

— El no debe saberlo, sólo quería verte. —Tomó la mano de Tabi y dio besos sobre esta.

— Aaawww. —Emitió Garcello.

Ambos miraron al hombre, quien sin estarles viendo por completo simplemente sonreía en lo que terminaba de contar el dinero, registrándolo para luego voltear a verles, señalándole a Tabi la puerta de la sala de empleados.

— Creo que puedes irte, Tabi. Tu turno termina en 12 minutos, ¿no?, yo te cubro.

— ¿Ah? No, no puedo pedirte eso.

— Nah, solo ve, tu pareja vino a verte, no lo dejes con las ganas. Insisto.

La idea de salir del trabajo temprano era tentadora, así que no insistió en negarse y simplemente obedeció, aceptando su propuesta le hizo un gesto a Agoti de que le siga, para así ambos pasar a la sala de empleados, donde el ruso se apuro a ir a su casillero.

— ¿Viniste solo? —Le preguntó mientras se quitaba las prendas de su trabajo.

— Sip, mi hermano estaba ocupado, y como mi manager estaba distraído me fui, me aburría mucho, ademas quería estar contigo un rato.

Acercándose a Tabi, simplemente parecía algo fascinado al comprobar que efectivamente era totalmente invisible bajo su ropa, tomando su cintura, se encorvó un poco para besar su espalda, pero el ruso no pareció muy gustoso al respecto de esto.

— Déjame, no seas encimoso. Así no me puedo vestir a gusto. —reclamó tratando de bajarse la chamarra, sin poder lograrlo del todo al estar las manos de su pareja aferradas a su cintura.

— Quiero tocar, no seas esquivo. —apoyó su mejilla en su hombro.

De pronto, en un acto brusco y rápido su espalda chocó contra los casilleros, sintiéndose acorralado por el ruso que apoyaba sus manos a sus costados mientras le miraba de forma intimidante.

— Si te digo que no me toques no lo hagas, sino te voy a dar lo que te mereces por desobediente.

Enserio no era lo mejor hacerle enojar, sin embargo...

— Cielos, hace un poco de calor, ¿N-No? —preguntó Agoti completamente rojo.

Comenzaba a agarrarle el gusto a aquellas mañas de su pareja, no sabía cómo reaccionar, su estómago daba vueltas, y sin duda estaba acalorado.

— No sabía que te atraía el masoquismo. Lo tendré en cuenta. —mencionó Tabi apartándose para terminar de cambiarse de ropa y tomar sus cosas.

— ¡N-No soy masoquista! Y para que sepas, yo soy el que manda en la relación.

— Si, niño. Como tú digas. —le ignoró totalmente.

— No me des la razón por ignorarme, dámela porque me lo merezco.

— Te lo ganarás cuando demuestres poder mandar en la relación, por el momento... Solo quedas como el lindo chico sumiso que intenta dominar. Es adorable en ti, no cambies eso.

Dando palmadas en su mejilla, pasó a su lado para salir por la puerta trasera, haciéndole una seña para que fuera con él, Agoti tardó un poco en reaccionar, pero una vez lo hizo le siguió como un cachorro fiel a su amo, quería dominar, pero ya tendría la oportunidad para hacerlo más adelante, mientras tanto solo se dedicaría a disfrutar del ruso que lo manejaba tan bien.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora