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Terminando de cambiarse en la sala de empleados, Tabi se puso su gorra mientras miraba su sombra algo pensativo, definitivamente lo que había pasado hace unas horas le había dejado preocupado, pero no quería ser paranoico, iban detrás de su pareja, no de él, ¿acaso había alguien más investigándole a él también o había entendido mal el asunto? Tal vez debería decirle a Agoti.

Tomando su teléfono, se detuvo apenas entró en el chat de dicho chico, no quería meterle más problemas de los que ya podía tener, tal vez por eso se habían distanciado tanto, podría ser lo mejor, alejarse por un tiempo y cuando todo se resuelva volver a la normalidad, ¿no? Sonaba bien para el, pero lo mejor sería llegar a un acuerdo mutuo.

Bloqueando el teléfono terminó por guardarlo nuevamente, metiendo sus manos en sus bolsillos mientras se dirigía a la puerta trasera del local saliendo del trabajo finalmente. Si Agoti no había hablado podía ser por lo laboral, no creía que hubiera encontrado a alguien más, aunque... Siendo una figura pública todo era posible, podía conocer gente mucho mejor que el, más de su nivel, y no un patético trabajador de un local de comida rápida.

Recibiendo una leve brisa, cerró sus ojos unos segundos, deteniéndose en la calle observó a su alrededor, era bastante tarde, casi media noche, e incluso a aquella hora la ciudad seguía igual de iluminada por la publicidad en las carteleras eléctricas, pero solo una era el foco de su atención y la de muchos otros peatones que transitaban a aquella hora.

Si bien el estreno del nuevo álbum de su pareja aún no estaba por salir a la luz seguía habiendo mucha publicidad de él por todos lados, definitivamente sus mundos eran diferentes, pero aún así, le enorgullecía ser novio de alguien tan talentoso como el, incluso si debía ocultarse en las sombras, tal vez... Podría progresar en algo más prometedor e igualar un poco su imagen, no quería que Agoti se avergonzara del novio que tenía, así que se prometía mejorar para él.

Lo extrañaba mucho, tal vez una llamada no sea tan molesta, después de todo habían hablado muy poco los últimos días, merecía una pizca de su tiempo. Sacando su teléfono, se alejó un poco del medio de la calle, posándose junto a la entrada de un negocio pequeño, buscando el contacto de la celebridad a la que tenía el placer de llamar "amor".

— Disculpe, ¿usted es Tabi Homskyi?

No reconocía esa voz, simplemente pudo bajar su teléfono y girar un poco su cabeza para encontrarse con un robusto hombre bien vestido de pie a su lado, particularmente había un enorme auto estacionado frente a ellos, esto no le parecía muy normal.

— ¿Por qué? ¿Te conozco?

— Me enviaron a buscarlo, acompáñeme por favor.

(...)

De brazos cruzados, Agoti hizo su rostro a un lado, negando constantemente con un movimiento de cabeza el probar bocado, se negaba a comer cualquier cosa, durante las últimas horas había estado sufriendo vomitos y fiebre, no quería que cualquier otro alimento pudiera hacerle sentir peor, realmente era muy poco tolerante al dolor y malestar físico, y no cambiaria eso ahora por más que lo desee.

— Vamos, hijo. Debes comer un poco antes de que te demos tu medicina. —Pidió el hombre fuego manteniendo la cuchara de sopa en alto.

Negando con un nuevo movimiento de cabeza, el enfermo chico seguía siendo igual de terco con su decisión. Por otro lado, Aldryx fue el primero en perder la paciencia, acercándose completamente irritado a su hermano menor atrapó su mandíbula y trató de abrir su boca a la fuerza.

— ¡Mete la cuchara ahora! —Exclamó el de piel rojiza recibiendo bofetadas por parte de su hermano menor.

— ¡Santo cielo, dejen de pelear ustedes dos! —Reclamó el adulto responsable.

— ¡AAAHH, ME MORDIÓ! ¡PAPÁ, DILE QUE PARE! —Gritó Aldryx, jaloneando su mano tratando de retirar los dedos de su boca.

Abriéndose la puerta del cuarto, uno de los empleados se acercó al hombre fuego que estaba completamente agotado del comportamiento conflictivo entre sus dos hijos, dando dos palmadas en su hombro para llamar la atención de su jefe, el empleado señaló en dirección a la puerta, donde el ruso permanecía confundido ante la escena que estaba presenciando.

— Oh, Tabi. —Dijo Solazar.— Que bien que viniste.

— ¿Tabi? —Preguntó Agoti separándose del su hermano mayor.

Levantándose de su cama, Agoti se acercó a su pareja, extendiendo ambos brazos a los lados sonriendo débilmente al notar cómo el ruso imitaba su gesto. Una vez se abrazaron, el digidevil se negó a soltar nuevamente a su pareja, estaba asustado, no sabía que estaba pasando con él, y sentirse acompañado por el hombre que amaba le hacía sentirse mucho mejor.

Bajando sus manos, Tabi alzó a Agoti del suelo, sosteniéndole de los muslos para acomodar sus piernas a los lados de su cadera, permitiendo que el más alto se agarrara detrás de sus hombros y ocultara su rostro contra el cuello de su polerón. Mirando a su suegro, se acercó a su posición, seguía sin estar al día con lo que ocurría.

— ¿Qué está pasando, señor?  —Preguntó mientras separaba un poco sus piernas, la cola de Agoti se envolvía en una de ellas.

— Agoti enfermó, no quiere comer y-

— No es cierto. —reclamó infantilmente el menor de la familia Andromeda.

— Si, es cierto. No ha comido por horas, y necesitamos hacer que su estómago se llene un poco para comenzar a dar medicamentos, el medico del set dijo que podría tratarse de una intoxicación, pero me extraña un poco, no ha comido nada fuera de lo normal, pero si no mejora llamaré a otro médico. —Explicó el hombre fuego.— En fin, pensé que trayéndote a ti  podrías ayudarnos a que coma, no nos hace caso a ninguno de nosotros.

Tabi dirigió su mirada a su pareja, quien desvió su rostro por la vergüenza, suspirando, el ruso se acercó a la cama, bajando con cuidado a su pareja para finalmente sentarse a su lado y tomar una de sus manos

— Me quedaré contigo esta noche, así que comerás, ¿vale? Te acompañaré si te sientes mal, así que no tengas miedo, solo es una enfermedad tonta, pasará, tranquilo.

Levantando el plato de sopa de la bandeja, acercó la cuchara a la boca de su novio, quien apretó sus labios entre sí, realmente no estaba seguro de querer comer, pero Tabi había venido solamente para ayudarle, no quería que perdiera su tiempo.
El simple aroma de la sopa le producía total rechazo, pero tal vez comiendo sólo un poco bastaría para que el medicamento pudiera ayudarle.

Abriendo su boca, permitió que el ruso metiera la cuchara para comenzar a darle de comer, sus mejillas se ruborizaron un poco, solo había visto escenas así en películas románticas, se veía aburrido y tonto en estas películas, pero vivirlo personalmente era diferente, dejaría de criticar a los enamorados, al menos por un rato.

Rodando la mirada, Aldryx simplemente se retiró de la habitación, no podía creer lo caprichoso que era su hermano, pero ya le regañaría por eso, primero debía mejorar.

Una vez llegaron a la mitad de la sopa, Agoti apartó el rostro nuevamente, ya no podía comer más, ya empezaba a sentir náuseas.
Tomándose el medicamento, recibió la orden de recostarse en su cama y esperar, sus ojos lagrimeaban un poco por el calor que contenía su cuerpo, no soportaba estar así, odiaba enfermarse, pero al menos ahora tenía la excusa para ver a su novio. Abriendo sus ojos un poco, vio a Tabi acomodarse a su lado en la cama, y recibiendo caricias en la cabeza su cuerpo se relajó.

Tal vez era la medicina, pero le gustaba pensar que ese ruso era la cura para cualquier malestar suyo.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora