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Removiendo la comida sobre su plato y suspirando con cierto aire de tristeza, Agoti logró ganarse las miradas del resto de presentes en la mesa, al menos de la mayoría, Tabi estaba más ocupado dándole de comer a Anton más que otra cosa.

Limpiando la comida de sus labios, Aldryx miró en dirección a su padre en espera de que le dijera algo, pero Solazar no sabía que era lo que le ocurría a ese chico, así que no tenía una base como para comenzar a indagar sin verse muy entrometido, además sabían que Agoti no acostumbraba a desembolsar todo tan rápido, se ponía a la defensiva muy pronto en cuando se sintiera vulnerado, así que no quedó más caso para Al que hacerlo él mismo.

— Agoti, ¿hay algo de lo que te gustaría hablar? —Preguntó directamente su hermano mayor.

¿Mh? No, nada. —Dijo con desgano.

— No haz probado la comida, es lasaña, estamos cenando esto porque tú dijiste en la mañana que querías comerlo. —Agregó Al.

— Solo se me fue el apetito, ¿si? —Respondió, tal vez más alterado de lo que debería.

Al notar que su padre tenía la mirada fija en él supo que lo mejor sería retirarse de la mesa, no se veía capaz de confesarle a su familia que accidentalmente había seducido al director del área de producción y que su imagen pública dependía de mantener el maldito secreto.

Echando su silla para atrás, se retiró rápidamente del comedor, corriendo escaleras arriba mientras sentía nuevamente un nudo en su garganta, no quería encontrarse en privado con ese hombre al otro día, menos en su casa, podía pasarle de todo y realmente... le repugnaba el cómo le hacía sentir, pero no tenía mas opción, estaba siendo extorsionado, y si Tabi se enteraba de seguro creería que era asqueroso, o peor, un ofrecido.

Arrugando el entrecejo, Aldryx dirigió su mirada a Solazar una vez más, quien simplemente imitó el gesto de Agoti y se dirigió a su oficina, no estaba para los berrinches de nadie.

Rodando su mirada, el de piel rojiza observó a Tabi en esta oportunidad, contemplando cómo hacía gestos tontos para que su hijo comiera aquella papilla que llevaba cerca de 40 minutos tratando de darle.

— ¿No harás nada? —Preguntó algo irritado.

— Hago lo que puedo, pero Anton no coopera. —Respondió igual de molesto.

¡Con él no, con mi hermano!

— ¿Ah? —Miró en dirección al asiento de su novio.— ¿Y Agoti?

— Se fue, algo le tuvo deprimido toda la tarde y aparentemente ni te diste cuenta.

— Oh.

Bajando un poco la cuchara, su mirada se apagó un poco, tenía razón, al estar dándole más atención a su hijo había descuidado un poco a Agoti, pero aquella mañana se suponía que estaba todo bien, incluso se le veía más contento que nunca, si había pasado algo debió ser en el trabajo. Cielos... tocaba averiguarlo.

Suspirando, se puso de pie para dejar la cuchara dentro del plato de Anton, empujándolo dentro de la mesa para que el otro digidevil captara la intención.

— ¿Puedes darle de comer? Iré a ver a Agoti. —Mencionó tomando el plato de comida de su pareja.

— Yo-

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora