MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPITULO TRES

Laila Lincorp

Mis labios siguen pegados a los de Alex por lo que calculo segundos sin embargo la falta de aire me informa que son más que eso.

Estamos fuera del convento, a unas cuadras para ser exactos.

—No sé qué pensaran las madres si ven a una de sus novicias besando a alguien de este modo—susurro contra sus labios mientras me mantiene a horcajadas sobre él con la división de la camioneta arriba.

—No queremos arruinar la misión y es por eso que no estas ahora mismo sin ropa sobre mi preciosa —hago un pequeño puchero antes de sentir como su mano azota mi culo.

—¿Y eso porque fue?

—Porque ahora que me recordaste que eres una novicia solo puedo pensar en lo bien que te verías sobre el altar desnuda debajo de mi —muerdo mis labios mirándolo y encogí levemente un hombro.

—No es mi culpa que sea un pervertido ministro

—No, pero en definitiva es culpa tuya que la tenga dura de nuevo—asiento bajando de su regazo y tomando mi mochila.

—podría ayudar con eso, desafortunadamente debo entrar ya—le guiño un ojo y cuando vuelve a tomarme de la nuca para besarme.

Joder, muchas veces he tenido besos bueno, muy buenos... pero Alex Morgan eleva el nivel de todo.

—Pasare por ti el viernes en la noche—lo miro levantando una ceja.

—¿Qué planes tienes? — toma un par de segundos en los que me mira antes de sacar del bolsillo interno de su saco y me tiende una pequeña caja azul marino con un listón rojo atado.

—Abre esto cuando estes sola, nos vemos el viernes preciosa—asiento viendo que claramente no quiere que pregunte más y me acerco tomando su mejilla y besándolo antes de bajar de la camioneta.

—adiós Alex —sacudo mis manos un poco antes de guardar la cajita en la mochila y avanzar sin girarme.

Alex Morgan.

El ministro de la FEMF

El padre del coronel

Mi jefe de algún modo

Puedo seguir describiéndolo por horas, pero no.

Me dejo claro que no busca nada serio, nada que vaya más allá de la cama... bien he tratado de respetar eso... si soy consciente y lo suficientemente madura como haber aceptado estar con él y aun así mi corazón parece no entender que no puede acelerarse cuando lo ve...