MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO

Alex Morgan 

—bien la paciente ingreso al lugar sin signos vitales aparentemente —comienza con mierda médica que apenas entiendo y lo escuchó mientras avanzamos por lo pasillos apenas decentes.

Tengo que sacar a Laila de aquí.

—Ingreso con dos costillas fracturadas, y dos heridas se bala en el lado izquierdo del abdomen bajo, una con orificio de salida el segundo requirió una cirugía para la extracción—cambia las hojas del expediente— se le realizaron distintos exámenes, estaba deshidratada, y a punto de morir desangrada, pero logramos estabilizar la, los exámenes rebelaron el uso se sustancias psicotrópicas, tales como heroína, anfetaminas y una clase rara de sedantes

Mi pulso se acelera el solo considerar que toda esa mierda sea HACOC.

Avanzamos al pabellón de habitaciones y entramos a la habitación.

La imagen que tengo al frente me congela unos segundos.

—su cuerpo mostraba signos de abuso sexual, se le examinó y en efecto fue así, no hay daños graves ni permanentes pero necesitará apoyo moral—asiento apretando los puños—la mantuvimos entubada hasta el día de hoy hace unas horas, su cuerpo logro desintoxicarse por completo según los últimos estudios, comenzará a sanar pronto

Asiento acercándome a la cama con el y paso saliva acercando mi mano a la suya.

—Ella debería despertar en un par de horas que el efecto de los sedantes pasen.

—¿Cuando puedo trasladarla? —me mira no muy cómodo pero me importa una mierda.

—Hoy mismo si lo desea, su esposa es fuerte a presentado buen nivel de mejoría, sin embargo recomiendo que siga hospitalizada al menos por unos días más para monitorear su avance—asiento y aclaro mi garganta.

—comience con los trámites para el traslado, ya vienen por ella apresúrese

Sale incómodo y llamo a Miller que ya viene con la tropa.

—Estamos a cinco minutos señor.

—Esta aquí, es ella, quiero que tus soldados reemplacen a los policías, vamos a trasladarla ya, no quiero que le informes a nadie de esto, ni siquiera a tu mujer —aclaro ya que los últimos días a estado jodiendo me escuchar el llanto de todas diciendo lo mucho que la extrañan.

O en el caso de Banner algo de sentir culpa o no se que mierda.

—si señor—cuelgo y me acerco a la camilla.

Sopesar todo lo que acaba de decirme el doctor y las ganas de que no hubiéramos matado a todos me inunda, merecían morir lentamente.

Meredith también está muerta y ahora molestia con Christopher no es que lo haya hecho si no que no pude hacerlo yo.

Suspiro viéndola como si no fuera real cuando mis ojos comienzan a picar y me acerco a ella besando su frente

—Sabia que estabas viva—susurro mirándola y acaricio su mejilla raspada.

Tiene algunos moretones en la cara, el labio partido, la bata que la cubre me impide ver el resto y por ahora prefiero eso.

Necesito trasladarla a Londres, necesito que uno de nuestros doctores la revise.

El problema de estar en un lugar común donde no saben de la FEMF es que no solo debemos inventar historias si no que ellos no saben lo que pueden identificar mierda como el HACOC.

Me siento en la silla a un lado de ella tomando la su mano y suspiró recargando mi frente en ella.

—Estas viva joder, jodidamente viva—decir esas palabras al fin me libera.

Los últimos días fueron un jodido infierno creyendo que podría haberla encontrado muerta, pero no, la tengo aquí, la tengo conmigo.

Cierro los ojos besando su muñeca sintiendo el pulso calmado, lento, estable.

La tengo conmigo de nuevo.

Me levanto cuando mi celular suena y ruedo los ojos viendo el nombre de Christopher.

—No me vengas con más mierda, ya tienes a Rachel, Rick ya no viene ahora deja de joderme a mi, Laila está viva quieres noticias buenas para tu mujer bien dásela, y no me jodas hasta que regrese aquí —cuelgo sin dejarlo hablar.

Llamo a Rob y aclaro mi garganta.

—Prepara todo con Miller, informar al hospital militar que vamos para allá y ten todo listo para ir a Hong Kong si es necesario, no quiero contratiempos.

—Ya mismo señor.

Después de un rato el doctor vuelve a entrar con el papeleo parta el traslado y me mira.

—Señor ella despertara aturdida en una o dos horas quizás, no sabrá lo que le paso, nuestros médicos no detectaron problemas neuronales sin embargo no puedo podemos saberlo hasta que ella despierte—asiento levantándome y tomando los papeles que me tiende el doctor.

Firmo todo y salgo cuando los paramédicos entran listos para trasladar a Laila.

Una vez en Londres ella estará segura, no vana volver a joderla y de eso me encargare cueste lo que cueste. 

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a dormir bellezas. 

bye