Alex Morgan
—Lo está, te quiero para mi solo Laila y en Londres no podemos hacer eso ni tu ni yo, así que compre una isla, así que tienes dos horas para dormir preciosa, después de eso no lo aras —no era una amenaza era una jodida promesa.
El cuerpo de Laila descansa en la cama en la habitación de la habitación provisional del jet, dejando que duerma tomándome el tiempo de admirar cada una de sus facciones, es pequeña en comparación a mi, tiene un cuerpo proporcionado, cualquier hombre la querría en su cama y no fui la excepción.
Salgo después de cubrirla con la manta y regreso a mi asiento tomando mi celular para arreglar todo para que nadie me moleste el puto fin de semana al menos.
—Amanda, habla no tengo tiempo—mi secretario o mas bien asistente sabe lo voluble que tiendo ser y habla rápido.
—ministro, solo para recordarle que el lunes hay una reunión con el consejo sobre el rumbo de las elecciones y llego una invitación para el evento de la señora Sara
—¿Qué evento? —la escucho pasar saliva y busco en mi memoria lo que sea que ella supone que se, pero no hay nada.
No es culpa de ella, últimamente mis pensamientos solo giran en torno a cierta teniente.
—Es una invitación para la inauguración del nuevo restaurante con cede en Londres
—¿Cuándo es? —pregunto mientras la azafata me trae otro trago.
—el próximo fin de semana en dos semanas señor, ya revisé su agenda y no hay nada programado para esas fechas—asiento bebiendo de mi trago.
—Confirma mi asistencia, y si eso es todo asegúrate de no llamarme hasta el lunes por la mañana, no quiero interrupciones, estoy en algo importante.
—Si señor— termino la llamada y disfruto del viaje hasta llegar a la isla, aterrizamos y camino a la habitación donde veo a Laila sentada tallando sus ojos.
—Llegamos —anuncio y asiente levantándose mientras se levanta.
La ayudo tomando la de la mano y bajamos, las olas chocando con las rocas es lo único que se escucha junto al viento moviendo la vegetación.
Envuelvo mis manos en su cintura atrayéndola a mi y beso su cabeza.
—Veo que te gusta.
—Lo hace, me gusta— contrario a lo que creía antes Laila es de gustos simples.
No en el sentido de corriente o barata, si no, que aprecia más que solo el dinero, las excentricidades y los lujos.
La conduzco a la casa de playa, nada excéntrico, tres pisos, de vista cálida, nos duchamos de forma errada que solo termina en sexo donde ella termina pegada a las baldosas del baño, lo mismo paso cuando tratamos de vestirnos y terminamos en la cama.
El viernes pasa tranquilo, el sábado lo mismo y hoy domingo me molesta el hecho de regresar mañana a Londres.
Christopher y la candidatura me mantienen mas ocupado de lo de costumbre, los candidatos asesinados y la necedad de Christopher que se siente inmortal, sumado a su drama eterno con la hija de Rick.
Las pequeñas manos de Laila rodean mi abdomen y reparte besos en mi espalda haciéndome sonreír.
—¿pasa algo? —me giro tomando sus manos recargándome del barandal del balcón y rodeo su cintura pegándola a mi.
—Solo estaba pensando —la veo hacer una pequeña mueca mientras rodea mi cuello con las manos.
—¿sigues preocupado por lo del coronel? —En estas semanas Laila a escuchado mas que solo platicas profesionales o obscenidades sexuales sobre lo que pretendo hacerle.
Y para mi sorpresa a pesar de la diferencia de edades me entiende de una manera en la que no se como sentirme exactamente.
—Eso y ya investigué un poco sobre Philippe, tienes razón, estuvo en Italia, me entregaran un informe completo mañana, pero hasta entonces todo sigue siendo un misterio nadie sabe como es y eso me jode, no pueden tomarnos ventaja —asiente besando mi pecho del lado del corazón y me mira.
—Lo resolveremos, somos el mejor ejercito del mundo Alex, la elite de Londres es el grupo de soldados mas reconocidos por la FEMF, sabremos resolverlo y así como pateamos el culo de Antoni lo aremos con el de su hermano—sonrió mirándola y beso sus labios antes de tomarla por el culo.
Sus piernas rodean mis caderas y la beso saboreando u boca mientras magreo su culo, gime contra mi boca.
—No quiero hablar mas de eso, mañana regresamos a nuestro día a día así que disfrutare de usted teniente hasta que tenga que volver a ser la inocente novicia —mis dedos se cuelan en mi camisa que es lo único que cubre su desnudes y sonrió cuando la humedad entre sus pliegues me recibe dejando que dos de mis dedos resbalen por su canal.
—La madre superiora me castigaría si supiera lo que hago contigo—susurra besando mi cuello mientras abre las piernas.
—Su dulce novicia disfrutando de mi verga — susurro contra su oído mientras una pequeña risa escapa de ella antes de ser cortada por un gemido cuando meto y saco los dedos de ella.
—Si... de eso y de tu boca... tus dedos y de las cosas que hemos usado—jadea contra mi cuello antes de recargar las manos en mis hombros y tirar su cabeza hacia atrás.
—Y aun no es la mitad de todo lo que deseo hacerte —susurro contra su cuello mordiendo y chupando este.
Sexo atrevido, conversaciones agradables, y calidez, hasta ahora eso es Laila, es mas que solo follar y mucho mas de lo que han logrado muchas de las que pasaron por mi cama.
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Feliz año nuevo.
¿que tantos detalles quieren?
¿quieren los detalles sucios?
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MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]
FanfictionLaila Lincorp, teniente de la FEMF, una mujer despampanante y de rasgos latinos que al conocer la me llamo la atención. Era una tentación tan palpable que no pude resistirme más a ella y actúe. Cuando lo hice no planeaba que derrumbaría los muros qu...