MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPÍTULO CATORCE

Laila Lincorp

Tallo mis ojos viendo que pasan de la una de la mañana y maldigo a quien sea que esta llamado por teléfono, Alex esta dormido a mi lado y contesto antes de que despierte.

—¿Quién habla?—murmuro y escucho la voz de Stefan—¿Si? ¿Qué paso Stef?

—Ya le llamé al capitán, pero no me contesta y tenia que informarle a un superior que me retire por hoy de la misión por problemas personales—bostezo tapando mi boca.

—Si, no te preocupes, ya tenemos los documentos que nos diste, puedes tomarte un respiro, ¿esta todo bien?—pregunto con sutileza.

Una parte de mi cree que Rachel le dijo todo mas después del escándalo de Belgravia, Alex llego furioso después de haberse ido por Christopher junto a la escolta, pero una parte de mi sabe que quizas no es eso.

—Nada... solo

—Stefan, somos amigos, te escuchas mal, ¿Qué pasa?—eso no era mentira en el ultimo mes estuve acercándome a Stefan y dándome cuenta del gran potencial y persona que es.

En un mundo ideal lo emparejaría con Laurens, quizás con Gema incluso conmigo, por supuesto antes de que Alex Morgan se metiera en mi cama.

—¿Recuerdas a mi hermana y Ernesto?— se escucha abatido, me siento en la cama recostándome en la cabecera.

—Claro, los conocí en la videollamada cuando hicimos los pasteles...—suspira y lo suelta.

—Mi hermana llamo, le descubrieron un tumor en la cabeza, trataron de buscar ayuda médica y los doctores dicen que es inoperable le dan a lo mucho dos años más de vida... —paso saliva y me levanto saliendo de mi habitación para ir a la cocina y tomar un baso de agua.

—Si te digo que lo lamento no te ayudara... y si te digo que todo estará bien solo te molestaras porque nadie entiende como te sientes ahora... así que solo tomate unos días, yo resuelvo las cosas con Bratt, mándale mis saludos a Ernesto y a Miriam — rodean mi cintura haciéndome dar un salto.

Miro sobre mi hombro a Alex que se inclina quitando el baso de mis dedos y lo toma.

—Gracias Laila, lo are

—Descansa Stef—termino la llamada y me giro mirando a Alex. —¿te desperté?

—Cuando te levantaste, tardaste asi que vine, ¿Qué hablabas con Gelcem a estas horas?—le quito el baso y tomo lo que resta del baso encogiendo el hombro.

—Tiene unos cuantos problemas, es mi amigo me agrada solo lo escuche, todo necesitamos que nos escuchen cuando algo está mal —su expresión no se suaviza pero toma mi mentón besándome.