MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

Alex Morgan 

El que Lucian Mascherano llegará nos dio una ventaja sobre los demás, una suficientemente fuerte para actuar.

El intercambio de balas entre la Bratva, los halcones y la FEMF es un infierno en vivo y directo del que salimos ganando.

Avanzamos por lo que vinimos y jamás he sido un hombre sentimental pero la escena de Klein y Rachel me descolocan.

Pero lo hace aún más el hecho de que Laila no está con ellas

¿Dónde demonios está Laila?

Bufo avanzando habitación por habitación buscando por lo único que vine aquí.

Me voy contra el vidrio templado golpeando este y tomo una calada de aire viendo como sacan Klein en camilla, Parker la acompaña con Molina y Miller respaldándolo mientras Rachel sale con Gema, Alexandra y Brenda.

La cabeza no me da para nada que no sea Laila y dar con su paradero.

La opresión en mi pecho solo crece más a cada segundo y paso las manos por mi rostro.

La bilis sube por mi garganta una vez más al igual que el miedo, el jodido miedo de no saber dónde putas está Laila.

No me voy a largar de aquí sin ella.

Bufo antes de mirar al frente y caminar directo a las ambulancias que suben a James y Klein.

—Franco y Johnson se quedan —grito y a regañadientes obedecen.

Las miro y trato de mantener la compostura porque yo soy culpable tanto como todos en este lugar pero me emputa que todo mi equipo fui un inútil sin darse cuenta que nos jodieron.

—No nos vamos de aquí sin Lincorp, busquen en cada rincón de este lugar—demando dejándolas atrás yendo a hacer lo mismo.

Busco en cada rincón el maldito lugar y nada, no hay nada, no hay ni un maldito rastro de Laila.

Las chicas se acercan a mi y por su cara se que encontraron lo mismo que yo: nada.

—No encontramos nada señor —asiento y muevo la cabeza dejando que se vallan con Rachel como el resto.

Me encamino a la sala llena de hombres muertos o medio muertos y tomo al primero que se me atraviesa y está consiente.

—¿Donde está mi agente?—me pongo en cuclillas para tomarlo del cuello, el ríe y le suelto un puñetazo—responde