MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE

Laila Lincorp

—¿entonces que se supone que haga?

—Lo que te dije, se que odias fingir, pero es lo mejor, no debes dejar que él te siga hiriendo Lai—suspiro mirándolo mientras espero abordar el avión.

—Lo se... pero fingir que Alex ya no me afecta me duele, hace tres meses que no lo veo y hace casi dos que hable con el y fingí que quedar como amigos cordiales era una opción, estoy a un vuelo de verlo—susurro lo ultimo mientras mis manos rodean la tasa de café.

—Lo se, y no te pido que solo finjas, quiero que trates de seguir.

—Lo hago no me he detenido pero mi estúpido corazón no quiere dejarlo ir, sabes yo... me sigo preguntando ¿Qué fue lo que me falto?—ni siquiera lo miro, no puedo hacerlo.

Nunca he dudado de mi atractivo físico, mucho menos de mi misma como persona o agente, pero simplemente creo que es el enojo mezclado con dolor, lo extraño, no quiero hacerlo pero lo hago, no me he detenido ni después de él, pero mi corazón lo hizo y el no me lo pone fácil.

Después de que hable con el sobre no alejarme de Ali decidido que mis reportes ya no serias a Bratt o Dominik si no a él directamente.

Cada tercer día hablamos, se supone que es algo profesional pero tarde o temprano hay un punto donde simplemente ambos terminamos iniciando una conversación con un simple "¿Cómo has estado?" y después simplemente hablamos horas como si nada pasara hasta que uno de los dos se aleja y pone frió, a veces él, otras veces yo.

Y ahora después de haber atrapado a cuatro halcones negros, y varias bajas, debo volver a Londres.

—Nada Laila, no te falto nada si el te dejo ir es por imbécil—sus manos envuelven las mías sobre la mesa y suspiro— jamás creas que te falto algo, tu eres la persona mas maravillosa que he conocido bonita, así que no lo dudes nunca, ni por el o ningún imbécil 

Sonrió mirándolo y limpio las lagrimas que ni siquiera me di cuenta cuando salieron.

—Lo se, lo se me amas, soy perfecta —rio tomo mi café—Voy a extrañar este café, amo un buen Starbucks pero en definitiva este café es el mejor

Él ríe y yo igual antes de que el coronel Jaramillo se acerque para darme la despedida y guiarme con mis maletas a la pista.

—Fue un honor tenerla con nosotros teniente —estrecho su mano y asiento.

—Lo mismo Coronel, fue un honor trabajar con ustedes, son un gran equipo—sonríe y caminamos a la pista donde suben mis maletas y veo a mi amigo.