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Dios, gracias por las más de 2k de vistas, lloro brillitos. Feliz Halloween y Día de muertos. <3

Rubén mira a la puerta viendo a Quackity entrar como si fuera su casa, en parte es su culpa por dejar que pase tanto tiempo ahí.

— Estaba pensando en comprarte un anillo — los ojos le brillan, ya se imagina un enorme diamante — pero luego me dije que no, no necesitamos anillos — Quackity lo ve poner una mueca y no puede evitar reír — tú has dicho que no somos un matrimonio real así que haremos esto sencillo.

Se arrodilló frente a él y sacó una pequeña caja de terciopelo, cuando la abrió brilló algo rojo.

No era una gema. — ¿un dulce?

Quackity asintió — somos un matrimonio falso pero eso no significa que no quiera darte todo. Las gemas son tu símbolo de compra y quiero pensar que no te has vendido conmigo, al menos no en este sentido — le toma la mano y el deja que le ponga el anillo. — es un dulce porque quiero que así seamos. Que lleguemos a ser así sin estar frente a las cámaras. Es un dulce porque puedo comprar otro si este se rompe o se termina, si nosotros lo hacemos.

Es un dulce porque es la promesa de que tendremos un futuro, es un dulce porque lo nuestro es real desde el punto en que quieras verlo, porque no necesitamos vendernos si podemos comprar un todo los dos juntos. Es un dulce porque puede dejar de ser una farsa en el momento que quieras

Rubén suelta una risita nerviosa — me gusta, pero no estoy listo para nada serio.

El de gorro se pone de pie y le sonríe — no te apresures, aún puedes cambiar de opinión.

Sweet liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora