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— ¿Vas a traicionarme? —

La única palabra que viene a su mente es un "no" ¿Cómo podría? ¿Por qué él otro lo duda?

A ese pequeño pato ya le ha perdonado todo y aunque intente, aunque se esfuerce. No puede hacerle daño, lo sabe.

Ya ha matado a sus mascotas, ya lo ha traicionado antes.

— ¿No te das cuenta que eres al único que le doy leal? —

No tiene una explicación lógica pero muy en el fondo sabe que es porque lo ha visto morir antes y no solo una vez.

Es su destino, van a morir juntos. Y si lo hacen en este mundo también, entonces quiere estar de su lado, quiere sostener su mano y abrazar su cuerpo, quiere que estén juntos en la eternidad, que no haya odio, resentimiento o dolor.

Quiere ser la última persona a la que mire, quiere dedicar a él sus últimas palabras y confía en que ese momento no llegará tan pronto.

— Toma — le dice dándole su cuerno, el último regalo que recibió de Samuel — Tócalo cuando estes en peligro o a punto de acabar con Luzu, ahí estaré cuando suene.

Sweet liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora