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Su mirada es seria y que se haya quitado la máscara lo incita a seguir bailando. Le recorre el rostro, nunca había visto que la cicatriz fuera tan grande o tal vez solo es el aura que desprende.

Se detiene cuando nota que la única cosa que se le ocurrió para animarlo no está sirviendo de nada. — ¿entonces que bailó? — pero su patito no responde, solo alza su vaso para que le sirva más alcohol.

Tal vez no fue buena idea traerlo a lo poco que habían avanzado en las construcciones del casino. Se acerca a él y toma el vaso para tomar lo poco que queda. — No entiendo porque estás tan triste, en su lugar deberías animarte, demostrarle que no importa lo que haga, no te verá en el suelo.

— Lo dices cómo si tú se lo hubieras demostrado a Samuel, primero convéncete a ti mismo de que está mierda es fácil — contiene el aliento y mira hacia otro lado, no puede creer que le esté casi gritando en la cara pero al mismo tiempo quiere que lo siga haciendo. Se pone de pie y camina hacia su espalda para comenzar a masajear sus hombros.

— Pero se lo demostré Patito y todo fue gracias a ti — le susurra lo suficientemente alto para que lo escuche, le pone una mano en la barbilla y lo obliga a hacer la cabeza hacia atrás — tu problema es que crees estar solo pero estoy aquí Quackity, no quiero irme.

— No quiero tu lastima ni que sigas fingiendo, ya no tengo nada que ofrecerte — le dice con el mismo tono brusco que lo vuelve adicto y lo hace temblar.

— No es lastima, es sed de venganza, es querer reclamar aquello que nos han robado, que nos pertenece por derecho, que ganamos justamente — se acerca a sus labios en la misma posición pero solo los repasa con su lengua — no hay que hacer un golpe de estado, no necesitamos mas gente. Somos tú y yo contra cualquier obstáculo, tú y yo por el poder. Tú y yo contra sus celos — siente al otro alcanzar su labio inferior con los dientes por lo que suelta un jadeo.

— Demuéstrales quien eres, que no pueden jugar contigo como les plazca — Quackity lo jala y hace que le de la vuelta al sillón individual para terminar sobre su regazo, le sorprende que tan solo de la noche a la mañana haya cambiado tanto pero no podría importarle menos, le gusta este Quackity que aprieta su cintura y le muerde los labios hasta hacerlos sangrar, que quiere marcarlo como suyo, que se viste más formal y se ve elegante pero que no pierde ese toque rebelde que tanto lo caracteriza.

Se separa cuando se queda sin aire y el pato limpia los residuos de su propia sangre, sus ojos brillan con un nuevo anhelo, el saber que se vienen cosas grandes e inesperadas. — vamos a hacer arder Karmaland.

Imaginen al pato con vestuarios d las nevadas >>>

Que vuelva el bromas y traiga consigo a
Big Q 😈

Gracias por las más de 3K vistas, les amo

— Nyxx

Sweet liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora