Sweet lies

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Gracias por las más de 14K vistas, aquí un especial de los squid crafts como agradecimiento <3

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Recuerda haberlo visto un par de veces, era normal si lo pensaba porque vivían cerca, asistían a la misma escuela, tomaban el mismo autobús, sus salones estaban separados por un piso. Incluso podía decir que el es su inspiración, fue eso.

Fue porque lo vio sufrir tanto que quiso salir de ese lugar, de ese pueblo que solo trataba mal a híbridos como lo eran ellos. Fue porque vio como lo golpeaban por defender a su hermanito que se prometió a sí mismo que saldría de ese pueblo, que ganaría tanto dinero que ahora sería el quien tuviera el control sobre estos simples humanos, que no dejaría que un solo hibrido más sufriera como ellos lo hicieron.

Claramente no esperaba verlo aquí, personas tan buenas como el no tendrían porque estar en un lugar asqueroso como lo era ese. Pero entendía sus razones.

"Necesito el dinero para mi hermano, está enfermo y no todos los doctores quieren atenderlo porque somos híbridos, si gano este dinero no solo podré conseguir que los mejores doctores lo atiendan, también podré sacar a mi mamá de ese barrio asqueroso".

Entonces se prometió que lo protegería, que no dejaría que muriera por ninguna razón posible.

Cosa que logro, a pesar de distraerse y perderlo, a pesar de no verlo todo el tiempo o de estar pegados el uno al otro, estaba orgulloso porque el chico logró llegar sin su ayuda.

Pero el número tres nunca ha sido un número que le guste o que le traiga suerte. Pensó que tenerlo cerca ayudaría pero en ese momento se arrepiente más que nunca.

Le había dicho "tú y yo hasta el final" con una sensación de calidez en el pecho, ahora lo escuchaba a él decirle lo mismo con una sensación de tormento, debió mantenerlo lejos, debió saber que su equipo perdería , no debió permitir que confiara tanto en él.

Lo abraza con más fuerza y siente sus ojos lagrimear, no quería perderlo una vez más, no quería seguir si el no iba a estar ahí, no quería tener que despedirse.

— Está bien Rub, sabía a lo que me enfrentaba desde el primer día. Mamá encontrará la manera de ayudar a Titi y tú y yo estaremos en el más allá siendo felices.

— Lo siento mucho patito — susurra.

Los guardias les dejan un momento más para que puedan despedirse del resto de participantes en el grupo perdedor, el tiempo suficiente para que sea reemplazado.

— Quiero morir a su lado — lo escucha decir, cierra los ojos con fuerza y aprieta los puños, le hace una seña al guardia para que quite la pantalla. No quiere verlo morir, la impotencia de no poder hacer nada carcome su corazón y su conciencia.

Galinda llega a su lado para guiarlo fuera — quiero que tenga una urna perfecta, la mejor que encuentren. La quiero para mi — la chica asiente.

Está cansado, cansado de que aunque ahora tiene poder y dinero sigue sufriendo, cansado de no poder ser el héroe, cansado de no poder salvar a quien ama.

Cansado de traicionar la confianza de las personas que quiere.

Aprieta la urna a su pecho cuando el jet está por aterrizar, ya se ha cambiado, ya no es un jugador más, ahora es un VIP aunque no se sienta como uno. Acomoda la máscara en su rostro y baja. Del resto de aviones bajan otras tres personas. Los guían a sus habitaciones, ahí deja los restos de quien alguna vez amo.

Da un beso a sus dedos y los pone sobre la urna — No pude hacerte feliz, no pude morir a tu lado. Pero te aseguro una cosa patito — relame sus labios para contener el llanto que no puede permitirse dejar caer libremente — haré feliz a los que tú amaste por el resto de mi vida, es mi forma de honrar tu nombre.

El cuidará de su hermano y sacará a su madre de aquel horrible vecindario, velará por el bienestar de ambos, todo porque eso era lo que él querría.

— Lo siento — se pone de pie cuando tocan la puerta.