20. El laberinto (3ra parte)

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Lily

Parpadeé mientras miraba a la nada, tratando de recobrar el sentido de la razón. Una sombra se acercó a mí y no pude evitar tener miedo, era grande, alta, y su lejanía disminuía a cada segundo. Sus pasos toscos me hacían pensar que estaba herido, o algo aturdido, ya que se balanceaba de un lado a otro. Traté de retroceder, pero estaba con la espalda en la pared, sería por eso que estaba incorporada. Mis ojos subieron inconscientemente hacia donde estaría su rostro. Mis oídos solo captaban un pitido agudo, mientras la figura acercaba su rostro al mío e intentaba hablarme. Sus manos zamarreaban mi cuerpo, tomando sin delicadeza mis hombros.

—Lily —escuché una voz lejana llamándome. Volvió a pronunciar lo mismo, solo que más cerca; así hasta que mis oídos pudieron reaccionar como era debido— ¿Estás bien? ¿Te hirieron?

—Estoy bien —reclamé sacando sus manos que empezaban a molestarme con sus bruscos movimientos repetitivos.

Parpadeé logrando que mi vista reaccionara como debía, y la sombra se convirtió en un humano; bueno, no humano, sino lycan, pero en su forma humana. Ustedes entienden. Era Jared, uno de los mellizos de los Walker.

— ¿Dónde estamos? —Pregunté mientras me incorporaba, ayudándome con la pared. El chico se encogió de hombros, sin siquiera preocuparse en decir "no lo sé", solo se encogió de hombros. Solo eso—. ¡Dios, que inservible! —Exclamé frustrada.

Comencé a caminar, sin importarme si me seguía o no. Quería respuestas, y no las iba a obtener sí me quedaba quieta. ¿Por qué justo me tenía que encontrar con Jared? Hubiera preferido cualquiera antes que él. Hasta Sasha. O Elliot. Ellos serían mejores, pero no; me tenía que tocar con el bufón del grupo, bueno en realidad ese sería Sebastien pero Jared era un despistado. James hubiera sido mejor.

Estaba en una especie de pasillo, tanto si iba para el frente como si retrocedía. Caminé y caminé hasta que llegué a una esquina, donde doblé y me día cuenta que era un pasillo sin fondo. Me acerqué al final, había algo en la pared, tapado por unas plantas, que me llamó la atención. Con mi mano corrí la hierba y observé con detenimiento la inscripción que se mostraba en la pared:

"Sean bienvenidos al Laberinto, extranjeros. Deberán atravesarlo completo si desean salir; pero cuidado, que los pequeños cosquilleos no solo serán su imaginación."

Debí de imaginármelo, los brujos eran seres asquerosos que solo buscaban torturar a las personas para su entretenimiento. Es verdad, yo era una bruja, pero era diferente, mi abuela se habían encargado de que así fuera.

Miré para atrás, con la esperanza de que Jared estuviera; pero, como siempre, el idiota nunca hace lo que tendría que hacer. Me incorporé y corrí en su búsqueda, teniendo la esperanza de que siguiera vivo. Si los brujos nos dieron la posibilidad de estar en pareja, era por algo.

Jared

Maldita bruja con sus ataques de concha. Tenía que ser mujer. Solo quiero salir de aquí para poder ir a buscar a mi gemelo, nada más. Me gustaría poder saber dónde está, ese idiota pacífico que siempre anda en las nubes preocupándose por nuestra hermana menor; como si ella no pudiera cuidarse sola. Ahora lo único que hago es caminar y caminar, hasta que la rutina me agobie y me eche a un lado, rendido.

Estaba muy cansado, sin ganas de seguir, tenía mucha hambre y sed, tal que mi garganta quemaba. Mejor me echaba a tomar una siesta, capaz eso podría ayudar un poco.

Me desperté con una extraña sensación en mi espalda, algo pequeño parecía tocarla en diferentes puntos. Me incorporé observando a mi alrededor, ahora el cosquilleo estaba en mi brazo. Al levantarlo lo único que hice fue gritar como una niña... ¡Era una araña! Una maldita araña peluda caminaba por mi brazo casi llegando a mi hombro. Sin delicadeza, sacudí mi brazo mientras trataba de sacar a la horrible cosa de mí. Cuando esta cayó contra el suelo la pisé, sin compasión; siempre que veía a una araña lo hacía, y siempre estaba James para compadecer a la "pobre" araña y a toda su familia que la había perdido. ¡Las arañas no tienen familias! Solo existen para joderme la vida y nada más.

Relaciones peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora