Acto 20

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31 de octubre;
fiesta de halloween

Sakura y sus amigos se alistaban, planeaban salir de fiesta en un antro, la condición era ir disfrazados, y aunque hubieron unos que no se esmeraron nada (Touya), también había los que sí, Meiling se quiso vestir de diablesa, Rika se vistió de vampiresa, Yukito se vistió de sardina enlatada, Sakura se vistió de bruja, Touya solo se puso una playera blanca con manchas rojas y una diadema de un cuchillo atravesandole la cabeza.

Los cinco jóvenes salían del departamento donde vivía la jade, antes de llegar al ascensor Shaoran venía saliendo de él, se llevó una gran sorpresa al divisar a su novia así vestida, giro la mirada al resto de sus amigos y supo entonces que se dirigirían a una fiesta, habiendo él dejado el pasado atrás, ese castaño se ofreció a llevarlos, Sakura aceptó casi al instante, bajaron todos por el elevador y se subieron a la camioneta negra que tenía el hombre y que nunca utilizaba, al llegar a su destino la jade lo jalaba para que los acompañará, la mayoría de sus amigos secundaron la idea, algo presionado es que terminó cediendo a entrar con ellos.

La locación contaba con varios adornos de temporada además de bebidas especiales, todos quisieron empezar a divertirse antes de comenzar a beber, bailaron gran parte del tiempo, toda la noche fue una increíble danza con la música a lo que daba, el ambiente estaba a tope, la noche pintaba de las más espectacular, la diversión que experimentaban los hacía alucinar.

Un poco antes de irse, Touya le dio un pequeño obsequio a su amiga, fue con demasiada discreción, sin embargo alguien sí se percató de tal detalle.

—Es para ti.

—Muchas gracias Toto, ¿puedo abrirlo más tarde al llegar a mi casa?

—De hecho te iba a decir que no lo abrieras hasta el momento adecuado.

—¿Y eso cuándo será? —preguntó con curiosidad llena de risas.

—Tú lo sabrás.

Ambos jóvenes comenzaron a reír, la chica asintió y guardó su regalo en su bolsa, suspiró hondamente y se reagrupo con sus demás amigos.

1° de noviembre; 5:30 a. m.

Sakura llegaba a su hogar en compañía de su novio, se divirtió tanto que hasta ese momento sintió el cansancio de la noche, quería ducharse y entrar prontamente a la cama, aunque su novio no se lo permitió.

—¿Qué te dio?

—¿Ha? —preguntó extrañada—, ¿Viste eso?

—Uju.

—No sé qué haya sido.

—No comprendo.

—Me dijo que lo abriera cuando pensará fuera oportuno.

—Hmmm está bien.

—Shao, no debes molestarte por eso, por favor amor, vamos a ducharnos —dijo con tono suplicante y un puchero de por medio.

El castaño bastante resignado aceptó su petición, le intrigaba saber el porqué del regalo y el tiempo de espera, sabía que sí o sí era algo de suma importancia y no lo podía dejar desapercibido en su mente, aquel joven siempre lo hizo sentir insuficiente para la jade, pues por mucho que el castaño le pudiera ofrecer a la chica, lo cierto era que el moreno gozaba de la juventud que él hacía una temporada había dejado atrás. Sus pensamientos se vieron afectados por los mimos que recibía de su pequeña novia, quien lo jalaba con prisa a la tina con la cara llena de picardía.

Ya en la regadera, Sakura subió en el regazo de su novio y comenzó a contonearse, le encantaba hacerlo en la ducha con él, se sentía libre de alguna manera, por su parte ese hombre disfrutaba de sus arrebatos de deseo, y los suaves movimientos que le hacía ella, los jadeos de la chica se intensificaron al igual que sus contoneos, no pudo soportarlo más y la tomó con gran violencia afín de sentirla en profundidad, el potente grito que salió de su garganta vino acompañado de la excitación del castaño, se acurrucó un poco en el cuerpo de su novio con el suave movimiento del agua y su calor.

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