Acto 38

62 6 16
                                    

Los segundos eran eternos, Touya llamaba a emergencias, estaba realmente conmocionado con la situación, queriendo saber porque había resultado ser diferente, «¿por qué, simplemente por qué?» Se atormentaba con una pregunta que no tenía respuesta, él debía ser quien sufriera ese accidente, no su amigo castaño, esto sabía que destrozaría a esa pequeña jade que siempre intentó proteger, quiso ser fuerte para ella, pero simplemente ella ya estaba destrozada inerte junto a él; la ambulancia llegó y subieron los paramédicos a ese hombre prontamente, Sakura no lo pensó demasiado y se trepó al coche sin pedir autorización ni nada, Tomoyo la veía y no hacía absolutamente nada, se abrazó a Touya quien también tenía una cara de terror, al marcharse la ambulancia un estruendoso sonido los alteró más, fue el ruido de una detonación que venía de dentro del coche blanco, en él había una mujer de mediana edad, rubia que ninguno de los dos conocía, esperaron a que llegara la patrulla y rendir su declaración para después partir hacia el hospital.

En la sala de emergencias justo antes de llevarlo a quirófano se encontraba Shaoran malabareando entre la vida y la muerte, Sakura que estaba a escasos metros de él sentía que el corazón se le saldría en cualquier suspiró lleno de agonía, lloraba descontroladamente, sin entender qué había sucedido; cuando lograron estabilizar a ese hombre lo llevaron inmediatamente a la sala de operaciones, el tiempo era crucial, una enfermera se acercó a la chica para que llenará unas hojas, a pensar de estar aturdida Sakura lleno lo más rápido posible los datos que necesitaban para no perder más el tiempo, al entregarle la tablilla con la documentación necesaria la enfermera prácticamente salió corriendo junto con el grupo de doctores que se habían llevado a Shaoran.

Las horas se hicieron eternas, Sakura había dejado de llorar, pero no porque no quisiera, era porque ya no podía, a los instantes llegó su mejor amigo junto a la hermana de ese hombre por el cual rezaba sin descanso alguno.

—Sakurita, ¿sabes algo? -dijo con preocupación.

—No Tomtom, lo siento —comienza a llorar—, esto es mi culpa Tomoyo, Shaoran está así por mi culpa.

Tomoyo la abrazó mientras ella también derramaba su dolor, no culpaba a su amiga, pero no tenía palabras para decirle algo que la animará, pues ella también se sentía devastada por la situación. Touya por otro lado estaba apuntó de llamar a su madre, pues quería entender mejor las cosas, el por qué había sucedido esto, y a qué se debía el cambio, pero el destino es tan caprichoso que quien recibió la llamada de parte de ella, fue él.

Hijo.

Fue Shaoran madre.

¿Ella?

Devastada.

Iremos para allá.

Suspiró sin ningún tipo de alivio, después de eso siguió realizando una serie de llamadas para dar aviso a todos, para que no estuviera solo.

—Familia de Shaoran Li.

Tanto Sakura como Tomoyo corrieron al doctor que llamaba, la desesperación en ellas era grande, pudiendo contenerla sólo por unos breves instantes.

—El señor Li está muy delicado, necesitamos autorización para hacer una cirugía a corazón abierto, tiene la mitad de las cosillas deshechas, ¿podría firmar las formas para proceder inmediatamente?

Tomoyo no aguantó más y vómito desmayándose al instante, Sakura tomó el bolígrafo, su mano le temblaba sin control alguno, con su otra mano apretó fuertemente y firmó la hoja, dándole al doctor una mirada de desesperación.

—Por favor, ayudelo —dijo débilmente.

El tiempo transcurría, Tomoyo no despertaba, Touya cuidaba de aquella lilacea, Sakura no paraba de dar vueltas en su sitio, el ambiente era tenso, desgarrador, había miedo y todo apuntaba a que la situación no mejoraría, pasaron las horas, las suficientes para haber llegado los padres de ese moreno desde Kioto, Yuuko abrazo a la niña de ojos jade, misma que correspondió ese afectivo abrazo, suspiró con pesar la mujer de hermoso cabellos negros, sintiendo todo su miedo y su dolor con el temblor de su pequeño cuerpo.

Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora