Ambos somos completamente diferentes, pero aún así hay cosas que ha ambos nos unen, sé que no soy perfecta, que cometo muchos errores, que soy inmadura e inexperta, pero aún así, quiero arriesgarme a estar contigo...
No importando lo que llegue a su...
Ingresaron a su departamento, Sakura se dirigió a su cuarto y se encerró, se escuchaba su llanto lleno de aflicción, como con ese llorar dejaba a flote su agonía, su malestar ante todo, no volvió a hablar ese día, su amigo sentía su pesar, sentía lo mal que estaba. Esa chica no sabía qué sentir, lloraba de frustración, quería creer que no fue egoísta ante tales acciones, pero se sentía fatal, involucró a su mejor amigo, se adjudicó un título de una relación que no tenía, era obvio que estuviera ese moreno molesto con ella; la frustración en esa jade fue más grande, quería romper cualquier cosa que estuviera enfrente suyo, pero sólo se limitó a llorar hasta que ya no pudo más, dejando que sus sentimientos no la llevaban a tomar acciones equívocas.
Muy de madrugada esa chica salió de su habitación, y la escena que vio la sorprendió en gran manera, pues no la esperaba, su mejor amigo se encontraba sentado en el suelo, recargado en la pared de enfrente, todo dormido, todo chueco, Sakura se acercó a él y lo ayudó a levantar llevándolo a su habitación, al sentarse en la cama ambos Touya la abrazó, comenzó a besarla y acariciarla, pero en sus roces nos había pasión, había desespero, incluso dolor.
—Touya.
Siguió acercándose a ella, no quería soltarla, pero simplemente se concidero débil ante esa niña jade, pues no opuso resistencia, si era acaso lo que ella quería, el cedería, sin importar qué eso le rompiera el corazón.
—Te adoro tanto enana, pero si decides volver con él, creeme que no me voy a interponer, aunque no te miento, no quiero, odio la sola idea de pensarlo, porque pese a todo soy tan egoísta contigo Saky.
—Touya —toma su rostro en sus manos—, no volveré con Shaoran, de hecho quiero disculparme contigo por lo que dije, estaba harta que no me escuchará, que creyera que le mentía, como si mi dolor de esos meses que estuve trabajando por años desaparecieran con su regreso, estoy tan molesta con él que te involucre en mis problemas, disculpame Touya, ¿qué pensarás ahora de mí?
Touya tomó sus manos y las besó, después le dijo: —Pienso exactamente lo mismo que el día que te conocí. —Le sonríe.
—Toto eres tan dulce.
—Solo contigo enana.
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1° de abril
Un moreno muy alegre va a despertar a su mejor amiga, la encuentra hecha bolita, toda envuelta en las cobijas con las cortinas más oscuras que había, abrió de par en par la amplia ventana dejando entrar la luz de la mañana, le jalo las cobijas y le dio un almohadazo.
—¡Touya! —gritó, sentándose en la cama.
Su amigo comenzó a reír, la abrazó y alzó por los aires, al bajarla comenzó a besarla con tanto amor que la chica se sintió extraña, sus caricias se sentían diferentes, pero no le molestaban, deseo descubrir cada faceta de él, eso la hacía sonreír.
Sintió cada roce que él le daba, pero se sentía muy diferente, era tan tierno, tan dulce, tan delicado, no se lleno de deseo al instante, la llevó a querer estar así más tiempo, sin saber definir qué era lo que realmente sentía. Cuando miró los ojos de ese hombre que la tenía en sus brazos se avergonzó un poco, era la primera vez que lo veía así, se sentía confundida, de igual manera no quería alejarse de él.
