Acto 45

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Shaoran hilaraba al sentir la dulzura de sus labios, una sensación que siempre anhelo experimentar de parte de esa niña en sus brazos a la cual no soltó ni un solo instante, al separarse con lentitud de sus labios el sonrojo en sus mejillas la hacía ver más linda a los ojos de ese hombre de mirada miel, siguió besando toda su piel hasta llegar a su cuello del cual tomó absoluta posesión, degustando de su sabor con delicadeza, como si de una frágil flor se tratase, sintiendo como el pequeño cuerpo de esa joven se contraía poco a poco un poco más. Sus manos seguían explorando lo tersa de su piel, siendo sus roces tan delicados y dulces que se volvían un compás armónico entre sus labios y las leves caricias que aquel hombre dibujaba en su sonrosada piel hasta culminar pegándola con su cuerpo.

Seguía ese hombre desabotonando con lentitud uno a uno esos botones de aquel vestido blanco de su amada hasta terminar con aquella labor, dejándole a la vista ese hermoso cuerpo que seguía tocando con tanto cuidado y amor que era inevitable no estremecerse por aquellas caricias que le proporcionaba a cada rincón de su cuerpo llevándolo a retirar con suma delicadeza aquella pantaleta que le impedía el acceso total a ella; ese castaño se retiró de un movimiento su playera dejando su torso al descubierto, abrazó a esa chica para sentir el contacto de su piel consiguiendo con ese acto que aquella muchacha jadeara intensamente.

La tomó en sus brazos y la sentó en su regazo con una pierna de cada lado mientras lamia con delicadeza su cuello, retirando lentamente ese vestido suyo dejándolo resbalar por su tersa piel, Sakura simplemente estaba embelesada con cada acción de ese hombre sintiéndose incapaz de detenerse, Shaoran por su parte la besó con tanta ternura que imposible resistirse a él, pese a ser notoria la excitación de aquel hombre seguía colmandola de suaves roces, mismas caricias que estremecían tanto en sus adentros como en todo su cuerpo a esa jade.

Shaoran volvió a recostar a esa chica y terminó de desvestirse, la siguió llenando de sus suaves roces hasta penetrarla con suavidad, Sakura jadeó al sentirlo en su interior, era una sensación completamente diferente a la habitual, sus movimientos llenos de tanta dulzura la hacían experimentar nuevas sensaciones difíciles de explicar, ese hombre continuaba besando su cuello, entrelazando sus manos, hasta que permitió que el deseo que ya había en ambos fluyera con mayor pasión, dando comienzo a un desenfreno de éxtasis, llegando hasta lo más profundo de esa jade, disfrutando de su piel y sus gemidos llenos de placer, consiguiendo con eso que la muchacha terminará con la mente en blanco de tan suculenta experiencia.

Cuando esa hermosa chica de ojos esmeraldas llegó al clímax de su excitación proporcionada por ese hombre castaño, gritó con fuerza, aferrándose más a él, y a su vez él liberando todo ese deseo que le provocaba esa dulce muchacha.

Los días pasaron, esa fue la última vez que tanto Sakura como Shaoran volvieron a tener relaciones, si bien su convivencia aún era diaria, dejaron completamente de acercarse de ese modo, lo que esa chica entendió como su forma de cerrar aquel cicl...

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Los días pasaron, esa fue la última vez que tanto Sakura como Shaoran volvieron a tener relaciones, si bien su convivencia aún era diaria, dejaron completamente de acercarse de ese modo, lo que esa chica entendió como su forma de cerrar aquel ciclo y aunque era cierto que eso la hizo dudar sobre lo que realmente pensaba y sentida respecto a Shaoran se abstuvo de comentar algo de la situación pues no quería aprovecharse de nada en absoluto, así que respeto en silencio la decisión de ese su amigo.

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