Acto 31

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Tomoyo se encontraba en la acera de su edificio fumando un cigarrillo, sabiendo perfectamente que era la principal causante de que su hermano pudiera volver a hablar con esa chica, aunque realmente lo apoyaba, le daba la sensación de estar traicionando al chico que ella amaba, pues aunque esto resultará bueno para sus fines egoístas, no se sentía cómoda hacerlo; cigarrillo tras cigarrillo fumaba con la sola esperanza de poder calmar su ansiedad.

—No sabía que fumabas Li —dijo una voz que ella conocía muy bien.

—Hábito de mi hermano. —Sonrió.

—Ya veo.

—Sakura me contó, lo siento.

—Gracias, aunque… Es complicado.

—Reed, ¿por qué lo hiciste?

—Yo… Yo, no puedo decirlo.

—Ok lo respeto, pero le haces daño, ella te ama mucho.

—¿Y qué hay de ti Li?

—¿Qué hay de qué? —preguntó sobresaltada.

—Cometes el terrible error de suponer, estás suponiendo cosas.

—No estoy suponiendo nada, son cosas que sé, son cosas que me han dicho, son cosas que he visto, ¡ahora entiendo porqué le resultas irritante a Shaoran! —contestó fúrica.

—¿Por qué hacerte la qué no sabías? ¿Qué ganabas?

—Yo no ganó nada Touya, es simplemente respeto, respeto que mi amiga no me haya dicho nada, respeto el pasado de mi hermano, respeto no interferir entre tú y Sakura, ¡es, maldito, respeto!

Touya la miró con furia, estaba molesto con aquella niña, sin embargo su mirar denotaba empatía, comprendiendo que ella también pasaba por cosas como él, si bien no tenía un don que le diera a conocer el futuro, esa chica debía llevar a cuestas el peso de todo a su alrededor.

—Dame un cigarro.

La chica le extendió la cajetilla para que lo pudiera tomar, sacó del bolsillo de su pantalón el zippo, al acercarse Touya a sus manos, ella no pudo evitar sonrojarse, siendo siempre ese hombre la causante de su revuelve de emociones; lo sucedido no pasó desapercibido por el mayor de los Reed, sonrió un poco, pues nunca pensó que esa niña tuviera sentimientos por él.

—¿Te has enamorado, Li?

—Sí.

—Duele mucho cuando no te corresponden.

—Lo sé. —Desvió su mirada.

—No pierdas la esperanza.

Bufó el aire con sarcasmo. —Hace tanto que lo hice, debía hacerlo, la sola idea de herir… —calló, se dio cuenta que habló de más—, simplemente no puedo tener esperanzas con él, es todo.

Touya siendo tan perceptivo como siempre entendía la encrucijada por la cual pasaba, intentó animarla un poco así que le dijo:
—Tengo presentimientos de las cosas que pueden pasar, a veces son visiones, a veces simplemente sensaciones, no puedo tener a Sakura como mi novia, porque ella me desconcentra, está vez tuve una visión clara del futuro, una de la cual las cosas harán que cambien, pero será muy doloroso para todos… Yo, yo soy el principal motivo de todo.

—No tenía idea que tu carga fuera tan horrenda.

—Agradezco que sea así y no como mi madre… Ella puede ver el futuro completo de quien esté enfrente de ella, siempre solía decirme que le agradecía a los dioses por permitirme tener sorpresas en mi vida, ahora más que nunca, la entiendo.

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