Acto 34

66 6 15
                                    

Sakura se quedó en silencio todo el viaje, tanto de ida como de regreso, sentía un sabor amargo en su ser, era más que consciente que pese a su evolución como persona se seguía aferrando al pasado, generando en ella un sentimiento de mediocridad, por no ser capaz de zanjar las cosas de tajo, como se supondría debería.

Bajó de aquella camioneta sin decir nada, y se direccionó al bosque, se sentó cerca de una pequeña zanja observando el paisaje, queriendo gritar absolutamente todo lo que la consumía por dentro, odiando que su novio la dejará, odiando que su ex regresará, odiando que lo aceptará como amigo, odiando ver como su amiga podría terminar en pareja con aquel hombre que quería, odiando que todo mundo interfiriera, odiando a ese castaño por no poder odiarlo. Lloro con gran amargura, era lo único que le quedaba, estaba agobiada, pero debía seguir, era lo que más detestaba, no podía simplemente sumirse en sus tristezas, en sus miserias, debía continuar reconociendo que apestaba ser adulto; Shaoran la siguió quería cerciorarse que esa chica estaba bien, pero verla como derramaba sus lágrimas viendo a la nada, comprendió con claridad que necesitaba su espacio, quiso irse con sigilo aunque no lo consiguió, en su camino de regreso al campamento pisó una rama logrando alertar a la castaña.

—Discúlpame, solo quería saber si no necesitabas algo, y como vi que estabas apreciando el paisaje, me retiraba.

—No mientas Shaoran, se te da muy mal.

—Lo que es peor porqué soy abogado. —Intentó hacerla reír.

—Ven, siéntate a mi lado.

—No quiero incomodarte, sé que cuando necesitas aclarar tu mente, te aislas.

—Me conoces bien.

—No, conozco a esa niña insegura que hizo amigos en la universidad, que lloraba mucho por las noches por todos los miedos que la ansiedad le generaba, que aprendió a quererse en el proceso, esa niña tan dulce, tan cálida, tan bondadosa, siempre anteponiendo a los demás.

—Tienes razón, a ella la conoces, pero da la cosa que hay muchas cosas de ella en mí. Aún suelo pensar más en los demás que en mí, aún lloró por las noches hasta quedarme dormida, aún me da miedo mi ansiedad.

—No te trato de ofender, pero podríamos buscar algo de ayuda, claro sí quieres.

—Hablas de un psicólogo, ¿verdad?

—Solo sí quieres.

—Lo pensaré —alzó su mirada al cielo y continuó diciendo—. Shaoran, quiero preguntarte algo del pasado, ¿puedo?

—Adelante. —Giró su vista a ella.

—¿Qué sentías por mí realmente en esa época?

—Te amaba como nunca pensé podría hacerlo, pero ese mismo amor te hizo daño, y fue porque no fui capaz de… Fui demasiado inseguro, y mis inseguridades te alcanzaron y te lastimaron.

—¿Es pasado?

—¿Quiéres qué realmente conteste esa pregunta?

—Sí. —Volteo a verlo dejando su mirada fijada en él.

—Aún te amo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora