Cuando Christopher Morgan se fue a la Mafia Italiana cuando tenía 18 años, formó una "amistad" con una mujer que pertenecía a una familia involucrada a la mafia.
Elisabeth, chica de 17 años, alta, castaña, ojos color avellana. Hija única. Su familia tenía lazos con los italianos, por eso en una de las reuniones que tuvieron, pudo conocer al chico de ojos grises.
Pasaban bastante tiempo juntos, no pasó ni una semana cuando ellos se acostaron por primera vez. Así pasaron a ser "amigos" con derechos.
No había nada romántico entre ellos. Sólo eran dos personas que se acostaban y hablaban de vez en cuando pasando un buen rato.
Hasta el día en que Christopher decidió irse de Italia.
Mismo día en el que Elisabeth se enteró que estaba embarazada.
—¿Qué dijiste? —La miró como si estuviera loca— ¿Es broma, verdad?
—¡No! No es ninguna broma. —Dijo casi llegando a la histeria— Estoy embarazada, Christopher.
Se pasó las manos por el rostro asustada.
—Estoy embarazada y no sé qué hacer. —Murmuró— Tengo miedo, Chris. Si mis padres se enteran de esto me matarán.
Christopher no sabía que decirle, ni que hacer. Se pasó las manos por su cabello estresado. Caminó de un lado al otro hasta que algo se le ocurrió.
—Esta noche nos vamos. —Elisabeth lo miró sin entender— Te llevaré lejos, a un lugar seguro.
—¿Qué? Yo... yo pensé que...
—¿Qué te pediría que abortaras? —Ella asintió— No lo haré, así que no seas ridícula y empaca tus cosas.
Esa noche ellos se fueron del país, fueron buscados por la mafia Italiana y por la familia de la chica, pero no dieron con ellos.
Los padres de Elisabeth juraron acabar con los Morgan, matarlos hasta que no existiera ninguno.
Christopher la llevó hasta donde su tío para que la mantuviera a salvo y la ayudara durante el embarazo.
—¿Y esta hermosura? —Elisabeth sonrió divertida— ¿Casada, soltera, relación complicada?
Le dio la mano.
—Completamente soltera. —Contestó— Pero embarazada de este idiota. —Christopher rodó los ojos por cómo lo llamó.
El chico la dejó ese día con su tío y marchó a Londres. Alex Morgan se enteró del embarazo y no le gustó para nada. Christopher no tendría un hijo de alguien perteneciente a la mafia.
Luego de una gran discusión entre padre e hijo, ninguno de los dos volvió a mencionar el tema.
Elisabeth pasó todo su embarazo con Recce en una mansión en la isla, ambos formaron una amistad, o una relación tipo padre-hija. Con Christopher hablaba una vez cada dos semanas, se aseguraba de que estuviera bien.
Los meses pasaron y el día del parto llegó. Christopher estaba en una misión ese día, así que no fue hasta el día siguiente que se enteró que su amiga había dado a luz.
—¿¡Se puede saber por qué no contestas!? —Su tío gritó al contestar la llamada.
—Acabo de llegar de una misión y vi todas tus llamadas, ¿pasa algo? ¿Elisabeth está bien?
Reces suspiró.
—Tienes que venir, Christopher. —No se escuchaba bien— Acá te explico todo.
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S E C R E T O S |Fanfic Pecados Placenteros|
FanfictionFanfic de Pecados Placenteros de Eva Muñoz.