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El día de la fiesta había llegado. Bueno, no era una fiesta. Solo seríamos nosotras tres en un club para bailar. El club estaría supervisado por hombres de mi padre así que estaríamos bien solas.

—¿Me veo bien así?

Megan salí de su baño con un vestido corto satinado color azul claro. Yo llevaba uno parecido, sólo que era negro.

Siempre han dicho que me veo bien con negro.

—Me gusta. —alcé los pulgares dándole mi aprobación— Oye, ¿y Jade?

—Viene de camino.

Le hice una seña para que se fuera a sentar frente al tocador. Me puse detrás de ella para arreglarle el cabello, se lo iba a medio recoger. Ya la había maquillado antes de que se fuera a poner el vestido.

—Pensé que al final nos quedaríamos con tus padres. —le dije.

—¿Y tener que aguantarlos? No gracias.

Decidió hacer la fiesta un día antes de su cumpleaños, pues sus padres querían que pasara sus dieciséis con la familia. Así que nosotras decidimos salir de fiesta este día, solas.

Le hice su peinado rápido, mientras se iba a poner sus zapatos fui a tomar mi celular para guardarlo en mi bolso. El timbre sonó y bajé para abrir la puerta.

—Hola, Zanahoria. —le sonreí a Jade cuando la vi en la entrada, estaba mirando su celular.

Llevaba un vestido rojo y botas altas.

—No hay un día en el que no... —no continuó la oración, subiendo la mirada desde mis piernas hasta mi rostro— ...odie ese apodo.

Se me quedó mirando atenta, haciendo que mis mejillas se comenzaran a sonrojar.

—¿Vas a pasar o te quedarás embobada viéndome? —levanté una ceja ignorando mis nervios— Sé que soy hermosa, no me tienes que desgastar.

Me quité del medio para que entrara. Megan bajó las escaleras rápido. Saludó a Jade, ella le entregó una pequeña caja que adentro traía un collar.

Nos tomamos varías fotos juntas en la habitación de Megan antes de salir hacia el club.

Matt fue quien nos llevó, y quien estaría más cerca de nosotras por cualquier cosa. Llegamos al lugar, habían bastantes adolescentes, pero ya me había encargado de apartar un lugar para nosotras. Pasamos por medio de las personas que intentaban entrar, llegamos hasta el guardia de seguridad, le dije mi nombre y que mis amigas estaban conmigo y nos dejó entrar.

—Eso fue rápido. —murmuró Megan.

—Tú querías salir de fiesta. —le sonreí— Así que le pedí a papá que comprara el club para que nos dejaran pasar cuando quisiéramos. Lo hizo. Sus hombres son los que están vigilando el lugar.

Les señalé a los guardias serios de cada esquina.

Fuimos hasta unas puertas que necesitaban una clave para abrirse que papá había puesto. Era fácil para mí, la fecha en la que me conoció. La puse y las puertas se abrieron.

—Señoritas. —un guardias nos detuvo antes de subir— El señor Morgan manda a decirles que no quiere a ninguna de ustedes bebiendo.

—Dígale al señor Morgan que no lo haremos. —le dijo Megan. Me miró— No lo haremos, ¿verdad?

Miré a Jade, ella suspiró.

—Que Christopher se calme, no beberemos alcohol.

El guardia asintió retirándose. No es que no haya tomado alcohol jamás, pero las únicas veces que lo he hecho papá está conmigo, y son cosas que casi ni tienen.

S E C R E T O S |Fanfic Pecados Placenteros|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora