Narrador Omnisciente
Desde muy temprano en la mañana habían comenzado los preparativos para la fiesta de cumpleaños de la niña. Habían decoradores caminado por todo el salón de fiesta, arreglando todo como se les había ordenado. Los chefs estaban ya preparando sus platillos y dejando todo en orden, especialmente el hermoso pastel de cumpleaños.
Todos estaban a nada de un mini infarto, pues sólo quedaban un par de horas para la fiesta, y necesitaban que todo estuviera lo más perfecto posible, cumpliendo las exigencias de quienes los contrataron y amenazaron.
Y mientras ellos rogaban no ser mutiladora y que la fiesta sea del agrado de todos, en otro lado de Londres la festejada por su cumpleaños número diez estaba despertando.
Claire se frotaba los ojos mientras se sentaba en la cama. Por unos momentos estaba desorientada, pensando que día, que hora y en que mundo se encontraba. Ya cuando su mente estuvo clara, sonrío.
Hoy era su cumple, y estaba emocionada por la fiesta que con ayuda de sus padres había organizado.
Corrió a cepillar sus dientes y a lavar su rostro. Sin cambiarse la pijama salió de su habitación y bajó las escaleras de la casa de su padre, en donde se llevaba quedando desde hacía ya un par de semanas.
No vivía en la ciudad de Londres, pero todos los días tenía que viajar para ir a la academia. Ella junto con su madre viven apartadas de la ciudad, a ambas les gustaba la tranquilidad del campo. Pero, por algunos meses, como en su cumpleaños, se iba junto con su padre a su casa, la pasaba bien ahí también.
Y ahora que iba a tener hermanos en unos meses, probablemente pase mucho más tiempo en la casa. Aunque siempre está ahí, mayormente para almorzar junto con su padre.
Cuando bajó, las chicas del servicio le dijeron que sus padres se encontraban en el jardín junto con su tío y abuela. Estaba un poco desilusionada de que su abuelo no estuviera ahí, pero entendía que ella no era de su agrado. Aunque lo que no entendía era el porqué.
—Buenos días. —los saludó a todos con una enorme sonrisa.
Todos se voltearon a verla, poniéndose de pie de las sillas para acercarse a ella.
—Mi amor. —Elisabeth fue la primera en acercarse a su hija, agachándose para abrazarla con fuerza y besar su rostro muchas veces— Feliz cumpleaños, mi vida.
—Gracias mami. —le sonrío.
Elisabeth veía a su hija con ternura. Aún recordaba cuando la tuvo, tan pequeñita y frágil que se veía en esa ocasión. Recuerda como no se separaba de su incubadora y luego de su cuna ni un minuto al día, con miedo a que le sucediera algo.
Claire era lo mejor que le había pasado, a pesar de la edad en la que la tuvo. Pero con los años había podido salir adelante junto con su hija, claro que Christopher le había ayudado mucho para estudiar en la universidad y luego a trabajar, todo bajo un nombre y apellido falso para que de esa forma su familia no pudiera encontrarla.
Pero, ha podido estar bien durante esos diez años. Se encontraba más feliz que nunca al no tener que ver a nadie de su familia otra vez, quienes la creían muerta.
Los siguientes en felicitarla fueron su tío Reece y su abuela Regina. Ambos le entregaron un juego de brazaletes de diamantes morados, su color favorito.
—Feliz cumpleaños, tesoro. —la siguiente en felicitarla es Rachel.
—Gracias, mamá.
Ella le había comenzado a decir así desde muy pequeña, ya que la veía como una segunda madre luego de que la ha cuidado cada vez que está en casa de su padre.
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S E C R E T O S |Fanfic Pecados Placenteros|
FanficFanfic de Pecados Placenteros de Eva Muñoz.