S E C R E T O S |Fanfic Pecados Placenteros|

Final

Unas semanas después...

Las cosas se han vuelto bastante tranquilas por aquí, de hecho, creo que mis padres no habían estado tan relajados como lo han estado estas semanas.

Luego de lo que ocurrió, papá cortó por completo cualquier relación con Alex, no ha dejado ni si quiera que mis hermanos lo vean, mamá está de acuerdo. Ella también cortó toda la conexión con su madre, Luciana está encerrada por haber echo que me secuestraran, ella ha pedido ver a mamá o a mi abuelo en estas semanas, pero ninguno le ha hecho caso.

La que ahora está en una mejor vida, aunque sinceramente espero que no esté en paz, es Gema. Luego de una larga tortita por parte de mis padres, ahora está muerta. Amén.

Mi familia materna a excepción de mi abuela están muertos. Ella sigue viva, esperando que quizás algún día vaya a verla, quizás lo haga cuando esté lista, pero por unos cuantos meses la ignoraré por completo.

Dejando a un lado a esas tres personas y al cadaver, las cosas están muy bien.

Suspiré cerrando la maleta con mis cosas, tomé mi libreta y fui tachando las cosas que había echado en la maleta para asegurarme de que no me faltara nada.

El cumpleaños número dos de Diana sería mañana, y habíamos decidido ir a la playa en familia para celebrarlo. Y cuando digo familia significa que irá todo aquel que mamá haya invitado ignorando las quejas de papá por estar con personas.

—Oye, zanahoria. —llamé a mi novia— ¿Ya tienes todo? Papá quiere que los guardias lleven las maletas al jet antes de partir nosotros.

—Me falta algo. —la escuché hablar fuerte, estaba en el armario— ¿Te gusta este o este?

—¿Que cosa? —me volteé a ella. Abrí la boca y la cerré viendo los dos diferentes conjuntos de lencería que traía en las manos— Eh... —carraspeé— El rojo.

—Ya sabía. —sonrió coqueta— Siempre dices rojo, no sé para qué pregunto.

Fue hasta su maleta, empacando el conjunto y luego la cerró. Sus padres y hermano habían viajado hace unos días para Alemania, a visitar unos familiares, Jade no había querido ir y durante este mes se quedaría conmigo aquí en la mansión. Mis padres la adoran, no tenían ningún problema con que ella se quedara.

Sacamos las maletas al pasillo para que los muchachos se las llevaran, me lancé a la cama cansada cerrando los ojos.

—¿Estás bien, lobita?

Sentí el derecho de mi cama hundirse.

—Me siento cansada, creo que me voy a enfermar.

—O solamente es que no dormiste anoche. —se inclinó haciendo su cabello a un lado.

—No me dejaste dormir, que es diferente.

—Pues no te oí nunca quejándote.

Rodé los ojos divertida al ver su sonrisa. Tomé su rostro para acercarla a mí y besarla, terminó sobré mí riendo, podía ver sus intenciones en sus ojos cuando sus manos pasaron por debajo de mi blusa, lastima que mamá tocó la puerta.

—Jossi, cariño, llegó algo para ti.

—Pasa, mami. —Jade se lanzó a mi lado, sentándose al igual que yo cuando mamá entró.

Tenía una caja negra en sus manos. Se acercó a mí para dármela, tomé la caja confundida. Decía que era para mí, y es de los organizadores de la competencia pasada.

Abrí la caja, soltando un chillido cuando vi lo que había dentro.

—¡Me dieron la medalla de oro! —la saqué y se la mostré a mi madre y a mi novia. Volví a chillar.