ENTRE TUS CADENAS

★CAPITULO DIECISIETE★

★ADAM★

Todo a mi alrededor está dando vueltas mi cabeza duele como la mierda, siento que en cualquier momento podría desmayarme «maldita sea» respiro profundamente para tratar de calmarme un poco.

Agarro el teléfono a mi lado para enviarle un mensaje a Brianda que me traiga un poco de agua. En menos de cinco minutos el teléfono suena mostrado que Brianda ya había respondido.

- En unos minutos estoy allá.

Me levanto de la cama sintiendo un fuerte dolor en el pecho pero aún así sigo mi camino hasta el baño.

Cada paso que doy es una tortura mi cabeza empieza a doler mientras que todo se empieza a tornar oscuro.

- ¡A-adam! - Fue lo último que escuche antes de caer al piso.

★LIAM★

Voy pasando por la oficina de papá los murmullos me llaman un poco la atención pero decido seguir mi camino,hasta que una voz detrás de mí llama mi atención.

- ¿Como está Adam? - Pregunta Emelie saliendo de la oficina de papá con una taza de café y su radiante sonrisa

- No lo se.

- Debes ir a ver cómo está

- No es necesario el ya está muy grandecito para que lo cuiden.

Emelie no pone buena cara pero me da un beso en la coronilla para luego irse dedicándome su sonrisa.

Sigo mi camino a mi habitación y varios pensamiento pasan por mi mente.

¿Papa irá a reforzar la seguridad?

¿Que tal si estoy en peligro?

Niego con la cabeza para seguir con mio pero a lo lejos logro escuchar como gritaban el nombre de Adam haciendo correr hacia su habitación

- Dios. - Corro hacia donde Brianda que intenta levantar a Adam pero le es casi imposible.

- Joven.

- No hables y ayuda joder. - Digo interrumpiendo para al fin lograr acostar a Adam.

- Voy a llamar al doctor. - Sale corriendo dejandonos solos.

Paso mis nudillos por sus mejillas
«se ve tan mal»le doy un beso su mano para darme media e irme pero me agarra del brazo para detenerme.

- Debes descansar. - Trato de soltarme de su agarre.

Pero mi ojos recorren su torso completamente descubierto y todo sudoroso haciendo que mis pensamientos sean completamente lascivos «este no es el momento»

- ¿Te gusta lo que ves? - Dijo soltando una sonrisa de lado.

- No se de qué mierda hablas.

- Ahora te haces el inocente. - Me mira de arriba a abajo- Bien que te gustaba que te follara fuertemente hasta hacerte llorar.

- Pues lamento decirte que ahora el que me folla es otro.

Su ira era notoria las venas de sus brazos se querían salir y su cara lo decía todo