ENTRE TUS CADENAS

★CAPITULO TREINTA SIETE★

LIAM

Al llegar al apartamento ninguno menciono lo que había pasado cosa que me alegraba. Fui inmediatamente a la habitacion de antes donde me quite toda la ropa y me puse una pijama que encontré.

Me dirijo al espejo para mirarme de todos los ángulos y darme cuenta que el shorts es muy corto O más bien todo lo que está en el armario es muy provocador.

«maldito»

Suelto un suspiro para luego ir hacia la cama donde agarro mi teléfono y empiezo a contestar los mensajes de Lisa preocupada hasta me obligó a mandarle una foto de mi cara para comprobar que estoy bien.

De un momento a otro un fuerte relámpago me hace dar un pequeño salto.

- Dios. - Susurro con mi corazón queriendo salirse de mi pecho.

El olor a lluvia se identifica en mi nariz y veo como las gotas de lluvia comienza a chocarse con la ventana. Cierro la cortina de esta y oigo como abren la puerta.

- ¿Liam? ¿Estas bien? - Oigo la ronca y gruesa voz de Adam.

- Si,Adam, gracias. - Digo recostado mi cuerpo en la cama.

No dice nada y simplemente se me queda mirando.

- ¿Que necesitas?

- Necesito admirar tu belleza todo el tiempo. - Dice suave.

- Pues lamentablemente no puedes.

- ¿Porque?

- Porqué no valoraste lo que podrías tener todas la mañanas,cenando,tener momentos lindos,incluso follando pero... Todo eso lo perdiste y se lo ganó Esteban.

- Tuve mis razones para irme. - Oigo su voz un poco rota.

- ¿A si? ¿Como cuales? - Lo miro fríamente.

Suspira.

- No te lo puedo contar... Por ahora,tengo miedo de que me tengas miedo.

Frunzo el ceño pero no le tomo mucha atención.

- Bien ¿Puedes irte? Por favor,quiero dormir. - Dejo mi celular a un lado.

- Bien,que duermas bien,Liam Te... - Se queda callado para luego irse.

¿Te?

ADAM

A la mañana siguiente despierto por una llamada que me llega.

- ¡Bro! - Oigo la voz de Aníbal alegre.

- Joder,Aníbal me mandaste a la mierda con el gran sueño que estaba teniendo.

- Lo siento hermano,solo te llamé para decirte que ya voy a volver a California.

- Que bueno.

- Eres un hijo de puta,se supone que deberías estar feliz por no ver a tu mejor amigo de toda la vida por un año.

- Y de la gran puta,me avisas cuando llegues mando a tu moso por ti.

- Hijo de la gran... - Cuelgo riendo.

Dejo el teléfono a un lado y voy al baño a lavarme lo dientes y la cara. Después de minutos bajo a la cocina donde encuentro a Liam tratando de alcanzar una taza haciendo que su corto short se vea más corto de lo que es.

Me acerco a él por detrás y tomó la taza que estaba intentando alcanzar.

- Eres tan pequeño que ni siquiera puedes alcanzar una taza que no esta muy alta.