ENTRE TUS CADENAS

★CAPÍTULO DIECINUEVE★

LIAM

— Rayito de sol ¿me pasarías la salsa? — Me dice emelie señalado la salsa a mi lado.

— Claro. — Digo tratando de no sonar desanimado.

Ayer fue un día díficil mi padre estaba de muy mal humor por el simple hecho que lisa y yo salimos sin un estúpido guardaespaldas.

Suelto un suspiro involuntario al recordar lo sucedido con papá, Esteban y por último... Adam Ashton.

— Liam.

Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando mi padre dice mi nombre.

— Ya va siendo hora de que empieces a salir con alguien hasta diría que eres marica.

«Oh no»

— B-bueno solo quiero terminar la universidad no estoy interesado en una relación ahora.

— Cariño,ya tuvimos está conversación antes no lo presiones tanto. — Dice emelie

— Si señor Henry conseguir pareja actualmente no es fácil. — Interviene Lisa.

Un deja vù me invade haciendo que mis manos empiezen a temblar y a sudar por el miedo que mi padre se entere de todo en algún momento.

Después de unos minutos Ya nadie habla del tema pero mis manos no dejan de temblar.

Siento como una mano toca la mía por debajo de la mesa para que me calme. Dirijo mis ojos a esa mano y pude ver como era la mano de Lisa.

Esta me dedica una sonrisa calida cuando la veo haciendo que me relaje un poco.

— Tranquilo. — Me Susurra mientras entrelaza nuestras manos.

Me levanto de la mesa llevándome las miradas de mi padre,Emelie,Lisa y algunos guardaespaldas que pasaban por ahí.

— Lo siento tengo cosas que hacer.

miro de reojo a mi padre este al parecer no le importa lo que dije y sigue con lo suyo mientras que emelie Lisa me miran confundidas.

Me voy del comedor llendo rápidamente hacia mi habitación donde en el camino veo a Brianda coqueteandole a un guardaespaldas es una total perra en celo no me sorprendería si aparece con un bebé en brazos algún dia.

Sigo mi camino donde abro la puerta
De mi habitación y a lo lejos pude ver una caja blanca de chocolate me acerco lentamente a ella donde a su lado hay una carta que me hace estremecer.

¿Una ubicación? Mis ojos se abren como plato cuando veo que es un restaurante no muy lejos de aquí atrás veo como dice la hora en la que debo ir

Me quedo pensando unos minutos de quién los pudo haber dejado nadie sabe que que esta es mi marca favorita abro la caja para probar el chocolate donde este hace explosión de sabores en mi boca.

— Rayito. — Dirijo mis ojos a la puerta y veo a Emelie con una taza de café

Escondo rápido la caja de chocolates debajo de la almohada blanca

— ¿Que sucede Emelie? — Trago rápido el chocolate.

— Queria saber que sucedió aya abajo. — Me mira confundida.

— Ya no tenía hambre.

— Cariño a mi no me mientes.

— No es nada

Esta me mira no muy convencida por lo que dije.

— No pienso obligarte a que me digas pero quiero que sepas que cuentas conmigo para todo.