CAPITULO SETENTA DOS

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LIAM • CINCO AÑOS DESPUÉS •

Me encontraba en la cocina preparando unos sándwiches para Adam y Aníbal que estában en la sala hablando cosas sobre la empresa

— papá, Axel me daño mi juguete — dice Mikaela jalando mi camiseta con sus ojos cristizados

— eso es mentira — Axel corre Hacia mi con el juguete partido por la mitad entre sus manos

Me quitó el mantel para cargar a mikaela que empieza a llorar

— tranquila cariño luego papá Adam te comprara otro — digo secando sus lágrimas

Axel hace un puchero y se cruza de brazos enojado

— a ti también — revuelvo su cabello para bajar a Mikaela que se va corriendo y su hermano la sigue

Suelto un suspiro y me vuelvo a consentrar en los sandwiches para luego ir a la sala y dejar el plato en la pequeña mesita

— Gracias, bebé, — dice Adam dandome un beso en la mejilla

— ¿como va el trabajo? — pregunto sentandome en las piernas de Adam

— estamos echos mierda — habla Aníbal con el sandwiche en la boca — bejamin tiene suerte

— ¿porque?

— está en su luna de miel — me responde Adam besando mi cuello

— pensé que era en una semana

— al parecer tenían muchas ganas

Río por el comentario al igual que Aníbal

— bueno iré a......

— idiota — me interrumpe una voz muy familiar.

Adam y nos miramos por unos cortos segundos para luego dirigir nuestros ojos a Mikaela que habia insultado a su hermano

— esa niña se parece mucho a Adam — miro a Aníbal con una mirada fulminte para luego volver a mira a Mikaela y levantarme de las piernas de mi esposo

— ¡Mikaela donde aprendiste eso! — la regaña Adam

— cariño — camino hacia ella arodillandome frente a ella — eso no está bien

— pero-

— no vuelvas a decirlo ¿está bien? — le interrumpo y ella asiente — ¿donde aprendiste eso?

— de papá — señala a Adam que palidece cuando ve como lo fulmino con la mirada

— ¿yo? — se defiende

— si, papá, Siempre insulta a mi tío Aníbal — dice Axel — le dice idiota, Imbécil

— Ya — le interrumpo — no quiero que ninguno de los dos diga ninguna de las cosas que dice su padre

— ¿eso está mal? — me pregunta axel

— Si

— ¿Entonces papá es malo?

— no — suelto un suspiro — solo no digan lo que dice su padre

— está bien, papá — hablan en un unisono

— vayan a su habitación — estos asientes y suben las escaleras

Me levanto del piso dándome media vuelta para fulminar a Adam que me mira asustado y pálido

— no pensé que ellos..

— los niños no deberían decir ese tipo de cosas — le interrumpo — que no vuelva a pasar — me Cruzo de brazos — O si no dormiras en el sofa

ENTRE TUS CADENASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora