ENTRE TUS CADENAS

CAPÍTULO VEINTISIETE

Liam

Los doctores dijeron que podian darme de alta hoy mismo no tengo nada inusual y los hombres no me hicieron daño solo un mortero en el brazo que no significa nada

Emelie y lisa rompieron el llanto cuando me vieron  mientras que mi padre no decía nada algo normal para mí

Me estaba poniendo algo de ropa para irme la verdad no es como que me gusten los hospitales

Lisa agarraba mi mano como niña pequeña protegiendo a su hermanito menor mientras que Emelie me miraba de reojo algunas veces.

En la salida puedo ver a Adam recostado en el auto,con su típica expresión seria abriendo la puerta.

Cuando ya vamos en camino veo con Adam hablá con alguien por los audífonos, papá le hace una señal con la mano y el asiente.

Llegamos a la mansión y mi padre nos señala a Adam y a mi seguirlo.

Adentramos a su oficina y el se siente en la silla como el jefe que es.

— ¿Como ocurrió todo? — Me preguntá.

— Hiba por lo medicamento de Esteb,hasta que la camioneta de repente deja de funcionar,el guardaespaldas baja y oigo un fuerte golpe,también bajo a comprobar que pasó y siento como unos hombres de negro me jalan del brazo y todo se oscurece.

— ¿Como lo encontraste? — Pregunta hacia Adam.

— Tengo mis contactos señor. — Responde el.

— Bien,te subiré el sueldo por encontrar a mi hijo,pueden retirarse.

Salimos de la oficina y veo como el se va directo a su puesto y yo a mi habitación.

Mis lágrimas salen apenas entro a mi habitación.

«Me siento asqueroso»

Me despojo de todas mis prendas y voy hacia el baño para sacar todos los besos y toques de aquel hombre.

«Necesito que Adam quite esos besos con sus labios y sus manos»

Salgo del baño cuando terminó de saciarme y oigo como la puerta se abre dejando pasar a Adam.

— ¿Te encuentras bien? — Se acerca a mi y acaricia mi mejilla.

— Gracias por salvarme,no sabría que me hubiera sucedido si no hubieras llegado.

— Por ti dejo que el mundo se vuelva un infierno,con tal de no perderte. — Dice suavemente.

— Tocame porfavor,hazme tuyo,borra todos los rastros de ese hombre.

— Dijiste que... — No lo dejo terminar ya que colocó un dedo en sus labios.

— Solo hazlo. — Y de un momento a otro ya nos estamos devorando los labios del otro.

Sus manos bajan a mi cintura y los míos pasan por sus cuello.

—  Ah~ Adam. — De un brico mis piernas se enredan en su cintura para ir directo a la cama donde me deja suavemente para luego separarse y quitarse las prendas.

De un tirón quita mi toalla para luego colocarse enzima de mi,besar mi cuello y tocar con sus manos mis pezones.

— Mmmmm,si,joder. — Gimo cuando sus besos bajan a mis pezones chupando los hasta dejarlos rojos.

Va bajando sus beso hasta llegar a mi pene y comenzar a meterlo en su boca,de mi boca sale un gemido que intento tapar con mi mano pero Adam lo impide.

De un momento a otro me corro y Adam traga toda mi esencia.