ENTRE TUS CADENAS

★CAPITULO CINCUENTA CINCO★

ADAM

— Benjamín, si sigues hablando, no dudare en tirarte la computadora —

— te apoyo, Bro — dice anibal con dandole una calada a su cigarrillo

— pero aún tenemos mucho trabajo que hacer — se queja Benjamín con mala cara

— metete tu trabajo por el culo. — anibal le da otra calada al cigarrillo. — acaso no ves que es media noche, idiota.

— pero

— pero nada, por tu culpa parezco un maldito zombie

— Yo no tengo la culpa que pares follando ala secretaria de Adam

— eso que...

— Ugh, pueden callarse la puta boca los dos — digo lanzadoles un papel

No es la primera vez que sucede esto. Desde que le pedí matrimonio a liam hace un mes la empresa a tenido algunas perdidas por mi descuido Y  ahora nos toca pagar las duras consecuencia

— me largo. — me levanto de mi escritorio para ir hacia la puerta Y salir

De camino a casa mi teléfono empieza a sonar mostrando el nombre de Liam así que decido responder rápidamente

— bebe, ¿que haces aún despierto?.

— es que........tengo un antojo de hamburguesa con helado.

— ¿quieres que te lo compre?. — me es imposible no sonreír al escuchar su tierna voz.

— si, por favor, tu hijo te lo agradecerá.

— está bien, Bebé, llegó en unos minutos.

— Gracias, amor,te amo

Después de colgar la llamada voy a comprarle la hamburguesa y el helado para luego digirme a casa

— bebé, ya llegué — digo déjando las bolsas en la mesa

Este me ve y empieza a bajar las escaleras a toda velocidad Haciendo que se tropieze con sus pies perdiendo completamente el equilibrio

— ¡Liam! — corro hacia el cuando veo que está apunto de caer al piso pero por suerte vuelve a recuperar su equilibrio

—no te preocupes, estoy bien — dice pasando a mi lado como si nada hubiera pasado

— Liam, no vuelvas hacer eso

— hacer que — habla con la hamburguesa ya en la boca

— por dios, Liam, casi te caes por las escaleras

— pero no me pasó nada ¿o si?

Paso las manos por mi cabello aún asustado

— amor, debes relajarte un poco — deja la hamburguesa en la mesa para ir hacia mi ponerse en puntillas y besarme

— lo siento, es que estoy un poco estrésado

— está bien — me empieza desabotonar la camisa para quitarmela lentamente — vamos a dormir

— y la hamburguesa

— ya me la comere mañana, vamos

Han pasado ya dos meses desde que le pedí matrimonio a liam y tres meses y medio de su embarazo. Cada vez menos para ver el genero de nuestro lindo y hermoso bebé

— amor, ¿que haces? — dice Liam poniendo sus manos en mi cintura

— unos sándwiches ¿quieres?