Capítulo 15
- Oh, lo siento... no quería...
- No Delly pasa, no te preocupes. No interrumpes nada, ¿necesitas algo?
- Solo venía por unos panes.
- Claro, saca los que quieras.
Delly se acerca a tomar una bolsa y va echando los panes que va a llevar. Me observa de reojo y yo le devuelvo la mirada haciendo un movimiento de cabeza. Amy no dice nada, ni se mueve de donde está. Cuando Delly pesa los panes y los cancela- Muchas gracias. Bueno hasta pronto.- Sale por la puerta de la panadería y yo salgo detrás de ella.
- DELLY, OYE DETENTE.- Ella lo hace y puedo ver su cara de enojo.
- ¿Me puedes explicar que RAYOS ERA ESO QUE VI?
- Shh... cálmate, no hagas un escándalo aquí, ven para acá.- La arrastro hacia un lugar donde transita casi nada de gente. Me coloco al frente de ella y veo que espera mi respuesta, está con los brazos cruzados.- No es lo que parece ¿sí?
- ¿Ah no?, entonces no se estaban dando un beso... lo siento, me falla la vista, pero juraría que te vi dándole un beso a tu compañera de trabajo.
- Sé lo que viste, a lo que me refiero es que no somos nada. Fue... no sé qué rayos fue eso.- Me siento en una butaca que hay, la sombra nos cubre del sol. Me llevo las manos a la cabeza y a los minutos siento que ella se sienta a mi lado.
- ¿Qué pasa Peeta?, nos conocemos desde pequeños, puedes confiar en mí.- Su voz se ha suavizado un poco.
Es cierto, ella ha sido la única amiga que he tenido, ella fue la primera en saber de mis sentimientos por Katniss y siempre me alentaba a que me atreviera a hablarle. Ella fue un pilar fundamental en mi recuperación en el distrito trece cuando estaba perturbado, siempre ha estado ahí cuando la he necesitado.
- Lo sé Delly, siempre serás mi amiga del alma. Solo que en estos momentos me siento demasiado confundido, no sé qué es lo que me está pasando.
- ¿Acaso ya no amas a Katniss?
Saco mis brazos de mi cabeza y miro al frente. Veo a los niños pasar corriendo, algunas personas transitan de allá para acá, el cielo está despejado y hay algunas nubes. Se parece a un día de primavera, a excepción por el frío que hace.
- Tu sabes que no podría dejar de amarla nunca, lo intenté muchas veces en el pasado y es algo imposible.
- ¿Entonces por qué estabas besando a esa muchacha?
- NO LO SÉ. Y eso es lo que me ofusca. Amo a Katniss de eso no hay duda, tú más que nadie sabe todo lo he tenido que hacer para que ella se diera cuenta de mi presencia, estaba dispuesto a aceptar en un momento que ella se fuera con Gale si así lo quería, tuve que fingir el tema de ser los trágicos amantes del doce, hice muchas cosas y viví mucho para poder estar al fin con ella. Y créeme que despertarme a su lado es lo mejor que puede pasarme, el saber que me quiere, que estemos iniciando una vida juntos me satisface plenamente, pero no sé qué es lo que me pasa con Amy. Desde que la conocí no puedo sacarla de mi cabeza, y el beso fue algo que no tendría que haber pasado, pero mi cabeza no funciona cuando está cerca de ella.
- Pero paso Peeta. Y no puedes fingir que no fue real, si la besaste es porque una parte de tu inconsciente se siente atraído por ella. Tal vez... no estás tan enamorado de Katniss como creías. Tal vez, después de tanto tiempo te das cuenta que lo que sentías por ella no era más que una ilusión, un amor de niños.
- No, no creo que lo que sienta por Katniss sea una ilusión.
- ¿Y cómo lo sabes?, 333un hombre enamorado no besa a otra mujer. Si estás tan enamorado de Katniss no tendríamos que estar teniendo esta conversación. Piénsalo Peeta, siempre Katniss fue un imposible para ti, siempre creíste que nunca estaría a tu alcance porque nunca te atreviste a hablar con ella o porque en algún momento creímos que haría su vida con Gale; pero cuando fueron elegidos para los juegos tuviste tu oportunidad y la aprovechaste. Pero ahora que han pasado los años, ahora que están más maduros, ahora que ya paso todo lo malo, te puedes estar dando cuenta que la niña que querías cuando tenías once años no es la misma con la que duermes todas las noches.
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Crescendo (THG)
FanficTras la guerra, la vida en Panem empieza a surgir de las cenizas. Se sacrificaron muchas vidas para que la paz y tranquilidad llegara a la vida de cada uno de los habitantes de ese pequeño lugar. Pero para Peeta Mellark ha sido una lucha diaria por...