Nota: Les tengo una sorpresa🌷.
Ciertamente las fiestas de cumpleaños habían dejado de ser un evento concurrido para ti. Las únicas a las que podrías asistir eran las de Yuma, que habían sido hasta ahora seis veces en total.
Sin embargo, si algo habías aprendido dijo bien es que el pastel de zarzamoras que tanto le gustaba era fácil de hacer. Tenía queso crema y algo de mermelada de zarzamora, evidentemente.
Era algo riguroso de hacer, pero Yuma no estaba ese día. Dabi se lo había llevado a algún sitio para que tú tuvieras todo el tiempo y la libertad para hacer lo que quisieras —referente al cumpleaños de Yuma—.
Era obvio que ibas a hacerle su pastel favorito y su comida favorita. Le habías pedido a Dabi los ingredientes uno por uno hasta que los consiguió todos. Te los trajo en una enorme bolsa de papel marrón.
Te la pasaste en la cocina la mayor parte del día. A Yuma le gustaba la famosa pizza japonesa de Kansai, o bien conocida como el Okonomiyaki. Así que decidiste preparar unas cuantas para él.
Después de terminar con la plancha, te dispusiste a prepararle un pastel. Las zarzamoras estaban frescas, justo como le gustaban a tu pequeño hijo. Al terminar de hacer el pastel de zarzamora, lo metiste al refrigerador.
Ahora era el momento de decorar. Había algo que conflictuaba a Dabi enormemente y era el hecho de que a Yuma le gustará Endeavor. Al principio se negó a aceptarlo, eventualmente tuvo que hacerlo porque como todo niño pequeño, quería cosas de sus ídolos.
A ti, en cierta forma, también te hacía eco, pero al final sabías que solamente era un niño y él no tenía idea de la clase de persona era su ídolo. Ni tampoco tenía conocimiento de que en realidad, ese héroe al que admiraba era su abuelo.
Y no querías que se enterará.
Decoraste el sótano con los característicos colores del traje de Endeavor, junto con algunos recortes de cartón y unas cuantas flamas de fomi.
Lo último por ver era su regalo. Dabi te había mencionado que tenía pensado empezar a entrenarlo, pero viste más allá de su comentario y le dejaste en claro que Yuma todavía era un niño al que le gustaba jugar y divertirse.
El brillo que se reflejó en los ojos de tu esposo te hizo estremecer porque sabías que el tiempo se acabaría y que tarde o temprano, explotaría algo y ya no podrías proteger a tu pequeño bebé.
Le sugeriste que mejor te trajera algo de tela y tú harías todo el trabajo. Gracias a Dios que no se opuso. Te las arreglaste para poder crear el regalo perfecto para tu pequeño niño antes de que la noche cayera sobre la ciudad del sol naciente. La llegada de tu hijo se anunció al escuchar el crujir de las escaleras viejas de madera y el parloteo de diversas voces. Decidiste que era momento de sacar el pastel de zarzamoras del refrigerador, así que te apresuraste. Lo sacaste y tomaste seis pequeñas velas de color azul de uno de los gabinetes de la cocina improvisada.
ESTÁS LEYENDO
Incluso si no me amas; Dabi
Fanfiction- ❝En dónde tienes un hijo con Dabi❞ O - ❝Eres la nueva tutora de Touya Todoroki❞