Después de que la guerra explotará y que miles de héroes murieran y otros salieran heridos, la liga de villanos terminó por hacer más desastre del que ya había provocado. Dejaron libre a All for One y se mantuvieron escondidos durante el tiempo que fue necesario para que Tomura se recuperará.
El refugio que se les fue concedido estaba bajo tierra. Se sentía frío, desolado y triste. Más que nada se sentía como un corazón vacío, sin alma y sin sentimientos.
Mantuviste a Yuma contigo durante todo el tiempo. Podía sentir que se sentía triste y en la mayoría de las veces cuando se sentía así, siempre estaba Twice, quien lo animaba, pero a pesar de que te pedía por favor verlo, no sabías como decirle que él no volvería.
Conocías bien el deber de un héroe y los sacrificios que se hacían por el bien común. Supiste por Toga que Hawks había asesinado a Twice, porque este mismo correspondía un peligro público.
No lo culpabas.
Pero te sentías culpable por tu hijito.
A veces Spinner venía a hacerle un poco de compañía junto con Toga, pero inevitablemente se iban a los minutos o en la brevedad. Yuma se sentía triste y solo conservaba su peluche de Endeavor junto con la foto que se tomaron durante su cumpleaños. En algunas oportunidades, lo escuchabas hablar solo con su muñeco y le pedía que dejará de sentirse así, porque no le gustaba.
Los días pasaron furtivos y efímeros como la nieve en invierno. Una mañana, despertaste sin la presencia de tu bebé a tu lado. Fue una sensación horrorosa porque pasaste tu mano por el lugar y no lo encontraste como usualmente.
Te levantaste a toda velocidad, observaste desesperada por todos los lados posibles en busca de su presencia y luego al no encontrar ni una pista sobre su paradero, te levantaste de la cama para salir en busca de él. El refugio carecía de luz por lo que era algo difícil de ver por los pasillos solitarios.
Sin embargo, una madre no duda ni un segundo cuando se trata de su hijo.
Avanzaste con paso firme y veloz por el pasillo, llamando a tu hijo. Posiblemente se había levantado a jugar, o quería algo para comer, pero negaste con la cabeza. Si él hubiera querido algo, te hubiera despertado. Alguien debió habérselo llevado.
Tu corazón se detuvo del miedo al pensar en el rostro de Shigaraki.
¿Él no sería capaz de...?
Agitaste tu cabeza, convenciéndote a ti misma que por lo menos la gente de aquí respetaba a tu hijo y no dejarían que nadie le pusiera un dedo encima. Fue hasta ese momento cuando todo se esfumó y escuchaste los llantos de tu hijo.
Fue un sonido atroz.
Como si rasparan vidrio cerca de tus hijos.
Giraste tu cuerpo en dirección a dónde venían los sollozos. Parecían venir por el pasillo de la izquierda, por lo que corriste en esa dirección. Ni siquiera notaste las piedras que se te incrustaron en la piel de tus pies. Nada de eso importaba ahora.
Tu corazón estaba latiendo como un completo demente y podías escuchar tu presión arterial dentro de tus oídos. Estabas en una especie de trance de psicosis que no habías experimentado desde las ocasiones dónde tuviste a tu primer aborto y cuando Yuma se rompió la pierna cuando a penas tenía tres años.
Quizás no era demencia lo que te estaba presionando el pecho. Al parecer tenía otro nombre. ¿Ataque de pánico? Probablemente se llamaba así. No lo sabías realmente, te habías alejado completamente de todos esos términos de salud mental. Seguiste tu camino hacia la luz que irradiaba una de las habitaciones del pasillo y de dónde se intensificaban los sollozos.
ESTÁS LEYENDO
Incluso si no me amas; Dabi
Fanfiction- ❝En dónde tienes un hijo con Dabi❞ O - ❝Eres la nueva tutora de Touya Todoroki❞