Las cosas siempre tienen un orden. Una causa y una consecuencia. Lo supiste desde que fuiste privada de tu ansiada libertad, la razón del todo. Dabi nunca lo dijo abiertamente, pero no eras tonta. Sabías porque había hecho lo que hizo.
— Tengo un nombre tan bonito y es Touya.
Todo lo que giraba, todo lo que sucedió fue producto de una sola persona. Un horrible persona que no tuvo piedad con sus hijos e hizo de ellos lo que un padre no hace.
— Incluso con esta apariencia, yo pensé que mi familia me reconocería.
Yuma era demasiado joven para comprender porque había venido al mundo. No querías que él tambien saliera roto de algo que no era su culpa. Nada de esto era su culpa, ni tuya, ni de Dabi, ni de Shoto, tampoco de Natsu o de Fuyumi. El mundo era cruel y era mejor temerle a los vivos que a los muertos, al menos ellos ya no pueden hacernos nada.
"Yo me llamo Touya Todoroki. Soy el hijo mayor de Endeavor".
Sabías que esto tarde o temprano sucedería, que el odio y la venganza consumiría a tu especie de familia y terminarías más rota de lo que desearías. Miraste la televisión mientras que Yuma se acurrucaba sobre tu pecho. Sus ojos azules se iluminaron al ver la figura de su padre.
— Mira, mami. Es papi — señaló la pantalla con su dedo indice.
Te mantuviste callada ante el comentario. Tu corazón estaba latiendo ansiosamente dentro de tu caja toracica y tu cuerpo temblaba.
"Yo fui concebido para cumplir el egoísta sueño de mi padre, pero desgraciadamente no pasaba de ser un producto defectuoso".
Le acariciaste la cabeza a Yuma mientras ambos seguían viendo la televisión. No sabías en que momento sería oportuno taparle los oídos a tu hijo, no querías que él escuchará algunas cosas indeseables.
— ¿Endeavor? — se cuestionó a si mismo —. ¿Papi es hijo de Endeavor?
Él giró su cabeza para verte con atención. Había un brillo de emoción en sus ojos, que hacía entristecer tu corazón. Solamente te limistaste a darle un beso en la frente descubierta.
"En poco tiempo, yo fui abandonado, arrojado fuera y olvidado, pero yo nunca lo olvide".
Presionaste cada vez más fuerte el abrazo contra Yuma. Tu pequeño hijo sabía la conotación de dichas palabras, es por eso que quizás su atención era primordialmente al vídeo que se reproducía en el televisor.
"No necesitaban pedirmelo. Yo siempre los estaba observando".
Tu corazón se hundió. Probablemente, porque el comentario no solamente fuera dirigido a su propia familia. Los recuerdos fueron fugaces, pero vívidos. Los podías recordar con toda la claridad.
"No quería que todos fueran honestos, solo tú".
Cerraste los ojos con temor. ¿Cuando habia echo todo esto? ¿Este era su destino, por lo que se mantuvo vivo...?
"Hasta ahora he matado a más de treinta inocentes personas y además de eso..."
Inhalaste profundamente y abriste los ojos con lentitud.
— Mira mami, ¡ahí es cuando salgo yo! — exclamó Yuma con felicidad.
En la escena de la pantalla, pudiste ver claramente como aparecía tu hijo con una sonrisa deslumbrante y su padre lo cargaba entre sus brazos. Recordaste el día de su cumpleaños.
"Aprendí de ti. Hice lo mismo que tú. Él cumplirá el sueño egoísta de su padre".
Tus ojos se llenaron de lágrimas mientras tratabas de proteger a Yuma, aunque no sabías sobre que. Dabi no estaba ahí, era solo su imagen en la televisión. Y de cualquier forma, sabías para que te quería, para que quería a esos hijos que no llegaron a nacer.
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Incluso si no me amas; Dabi
Fanfiction- ❝En dónde tienes un hijo con Dabi❞ O - ❝Eres la nueva tutora de Touya Todoroki❞