Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ²⁵ :Hᴀᴡᴋs.

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El héroe alado había ideado un plan perfecto para poder verse contigo antes de que el tiempo se acabará. Su tiempo se acabará.

Twice le había mencionado algunas partes de información que tenía que completar por su cuenta.

Después de la fiesta de Yuma, Hawks le preguntó todo acerca de ti o al menos lo que sabía:

Eras pareja de Dabi desde antes de que él fuera parte de la liga de villanos. No sabía cómo llegaron a estar juntos, pero al menos él sabía que no debía de meterse con Dabi en cuanto a lo que respecta ese tema.

Sabía que había pasado algo entre tú y Shigaraki, cosa que no le gustaba a tu pareja, pero Twice había escuchado decir de Kurogiri que Dabi no podía reclamar nada, porque "el mismo la ofreció a los perros".

Con esa información, le fue suficiente a Hawks.

Tenía su propia conclusión de la historia y solamente debías confirmársela.

En cuanto al plan, el héroe alado investigó a tu pareja durante un rato hasta que descubrió que había ciertos días en los que no estaba en su "choza del amor", como lo decía Twice.

Debía de atender algunos asuntos, dejando a su disposición la casa.

Se escabullo por los árboles hasta que se aseguró de que Dabi se había ido. Luego camino, más bien corrió hacia la puerta de la vivienda y con una de sus plumas, abrió la perilla de la entrada.

La casa olía a viejo y a polvo. Rechinaba a cada paso que Hawks daba. Formó con sus alas una gran pluma que se hizo rígida. La tomó entre sus manos por sí había alguien indeseado que le obstruyera hacer lo que iba a hacer.

Camino a través del pasillo hasta que llegó a la última puerta, donde no dudó en tomar la perilla para abrirla. Sin embargo, alguien se le adelantó.

La puerta se abrió y Hawks se preparó para atacar.

Se asomó por el marco una pequeña cabeza pelirroja y un par de ojitos azules que mostraban curiosidad. Fue ahí cuando Hawks bajó la guardia.

— ¡Hola! — exclamó Yuma con alegría —. No sabía que ibas a venir.

Hawks sonrió por el comentario del niño.

— Sí, lo sé. Quería darle una sorpresa a tu papá.

Yuma abrió los ojos con sorpresa y entorno su boca en una O perfecta.

— Pues no está — respondió con simpleza —. ¿Quieres comer con mi mami y yo? ¡Preparo takoyaki!

Hawks esbozó una sonrisa. La ingenuidad y simpleza infantil era algo simplemente encantador. El adulto asintió con una sonrisa ladina y Yuma lo tomó de la mano.

— Ven, vamos — murmuró y tomó de la mano a su invitado. Hawks se dejó llevar por la pequeña fuerza del niño que lo llevó al almacén y posteriormente al sótano escondido.

A decir verdad, como héroe había conocido a muchos niños entusiasmados por verlo. Querían tocar sus alas y que se tomaran alguna fotografía con él, pero Yuma era un niño diferente. Hawks lo sabía de sobre, pero también sabía que aún era noble.

Bajaron las escaleras mientras que el niño le platicaba que comería rápido porque aún no se había bañado y tenía que hacer algo de tarea.

Los ojos ambarinos del héroe recorrieron el sótano sin preocupaciones. Estaba exactamente igual desde que fue invitado a la fiesta de Yuma aunque la única y notable diferencia es que había una mujer cocinando.

Una mujer que no había estado en la fiesta.

Su corazón se aceleró, latió con adrenalina y estaba a punto de estallar en un centenar de pedazos.

Incluso si no me amas; DabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora