Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ²⁴ : Eɴғᴇʀᴍɪᴢᴏ.

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Habrían pasado tres meses desde que Touya y tú comenzaron a salir. Todo el mundo lo sabía ahora, incluso el director y el prefecto.

Era extraño que todos supieran de tu relación amorosa con el hijo mayor de los Todoroki. Incluso, te incomodaba porque ahora a todos le intimidabas.

Como si tener a Touya Todoroki de tu lado fuera de temer.

Sin embargo, no podías decir que no era verdad.

Tu rutina cambió radicalmente. Todas las mañanas en vez de tomar el autobús, ahora el chófer de los Todoroki pasaba por ti y te dejaba en tu casa al terminar las clases junto con Touya. Algunos días te la pasabas con tu novio, luego se saltaban algunas clases y la mayoría de fines de semana siempre iban a pasear.

Claro que todo esto tuviste que justificarlo perfectamente con tu madre.

Ella comenzó a darse cuenta. Quizás no te dijo nada por que estaba esperando a que la situación se rompiera.

Porque las madres tienen un sexto sentido.

Y ella sabía que ese chico no traería ningún bien a tu vida.

La primera señal fue cuando le dijiste que no podías acompañarlo esta vez porque tenias un proyecto que hacer con tu equipo.

"3:45 p.m.

¿Con quienes?"

Le tecleaste una respuesta rápida.

"3:45 p.m.

Unos chicos de mi curso"

"3:45 p.m

¿Con cuales?"

Se estaba volviendo insistente así que decidiste que ya no ibas a responder después de todo, no tenía que saber todo lo que hacías o con quien.

Te reuniste con tu equipo en la biblioteca de la escuela. Eran cuatro chicos y una chica. Todos eran grandes trabajadores así que terminaron en menos tiempo de lo esperado.

La chica se despidió de todos, alardeando que tenía que ir a su práctica de baloncesto y los otros tres chicos se fueron a sus casas.

Te quedaste sola con el chico de lentes llamado Sukeakuro. Era miembro del club de física y era agradable.

Te acompaño hasta la salida de la escuela.

— Honestamente pensé que serías bueno en matemáticas por estas en ese club — murmuraste.

— Me gustan, pero entenderlas es otra cosa — añadió —. Es como Inglés.

— A mí se me hace fácil inglés — comentaste.

— Eso dicen y cuando se ponen a hablar con extranjeros, les entra en miedo.

— Quizás tengas razón, pero puedo ver una película completamente en inglés y sin subtitulos — alardeaste.

Sukeakuro se río.

— Vi que iban a pasar una película en inglés en el cine de aquí cerca — mencionó —. Supongo que iras a probar tus habilidades.

— Claro que sí. Quiero humillarte — bromeaste.

— Bien, entonces ¿que te parece el martes a las siete? — preguntó, acariciando su barbilla.

— Me parece-

El grito agudo de tu compañero te sacó de razón y lo viste moviéndose de un lado a otro como desesperado. Su cabello y su hombro derecho estaba envuelto en llamas. Claro que él se asustó mucho y tú corriste a auxiliarlo.

Incluso si no me amas; DabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora