La guerra había comenzado de nuevo cobrando su primera víctima. Ahora no sólo dependía de ella el cambiar las cosas que están escritas, también él podía hacerlo.
Enfrentar todo para poder tener una vida tranquila de nuevo era lo que la familia Black...
❝Y de repente se te llena la mente de recuerdos y los ojos de lágrimas❞
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Un Difícil Adiós
El cielo estaba gris y amenazaba con llover, quizás sentía la misma tristeza que todos los que estaban en el cementerio y quería llorar junto a ellos la muerte de Emmily Black.
A pesar de discutir en donde sería su entierro, pues querían que fuera junto a las tumbas de sus padres en Georgia, pero Walburga y Orión insistían que ella era una Black y como tal, tenía un lugar en la cripta familiar. Al final decidieron que sus cenizas quedarían en la cripta de los Black y es donde todos se encontraban ahora.
Despidiéndose de ella.
Alejandra no dejaba de llorar, pues es como si hubiera perdido a una hija. El mismo sentimiento lo compartían Mary, Barbará y Amelia, así como sus maridos. Para ellos, Emmily había sido una pequeña que siempre les había llevado alegría, su peculiar forma de ser fue la que hizo que se ganara un lugar en el corazón de cada uno de ellos.
Y lo mismo pensaban Orión y Walburga, qué a pesar de todo, ella hiso de todo para estar con su hijo menor, demostrando de esa manera que merecía llevar el apellido Black. La querían, claro que sí y no solo por ser la madre de sus nietos, Emmily se hizo querer.
Helen y Marcos se negaban a creer que la habían perdido, para ellos, la castaña fue una hermana, pues su amistad había comenzado mucho antes de siquiera nacieran. Carlos también se negaba a creer que estaba muerta su no hermana, a quien le gustaba molestarla, hacerla enojar y después hacerla reír hasta que le doliera la panza.
Remus se había llevado a Monse aparte, pues la morena sentía que se desmayaría en cualquier momento. Primero había perdido a su hermano y ahora a su mejor amiga, quien la defendió muchas veces y la hacía reír cuando más la necesitaba.
Dayana no había querido asistir al funeral, se seguía culpando por su muerte y sabía que no importaran los años, siempre se culparía por perder a la amiga que la apoyo incondicionalmente, a pesar de su carácter y prejuicios que llegó a tener en un principio hacía ella por ser una Potter.
Por otro lado, James se había alejado también, estaba sentado en una piedra que encontró y Lily lo abrazaba mientras lloraba. Era su prima, a quien amaba como a una hermana a pesar de todas las discusiones y peleas que de niños habían llegado a tener. Cada uno de esos recuerdos llegaba a la mente del azabache y eso solo aumentaba más su llanto.
Harry y Sam, a quienes les había dado permiso de salir del colegio para estar presentes, estaban junto a Marlene, solo miraban a los demás, llorando en silencio por la muerte de su tía, quien siempre les había consentido y llenado de dulces y consejos. La familia Tonks igual estaban presentes, recordando todo lo vivido con la castaña.
