La guerra había comenzado de nuevo cobrando su primera víctima. Ahora no sólo dependía de ella el cambiar las cosas que están escritas, también él podía hacerlo.
Enfrentar todo para poder tener una vida tranquila de nuevo era lo que la familia Black...
❝Pudimos haber sido algo bonito, pero ya no lo sabremos❞
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No Quería Lastimar A Ninguno
Leo no podía creer que lo había hecho.
Había besado a Astoria y le había gustado.
Pero también se sintió mal, porque una parte de él pensaba en Jack, pensaba en ese día en el tren, cuando regresaban al castillo, lo cercas que estuvieron y si no hubiera sido porque Astoria llegó antes ¿se hubieran besado? ¿Él quería eso? Sí, al parecer lo quería, pero no debía y mucho menos ahora, porque estaría jugando con sus amigos.
Habló con Sam sobre todo lo que sentía, quería hablar con su mamá sobre todo eso, pero aún no sabía si ya habían regresado de su viaje. Quería simplemente que las vacaciones llegaran ya para tener ese tiempo y pensar mejor las cosas.
Toda esa semana fue extraña para el trio de amigos. Astoria y Jack parecían estar evitando a Leo y el pelinegro no sabía la razón, al menos no con su amigo, de la castaña podía entenderlo, se sentía confundida por lo del beso y, hasta donde llego a enterarse, sabía que Astoria había tenido un enamoramiento con Draco Malfoy desde niña, así que le dio su espacio.
Pero con quien, de cierta manera, se sentía mal, era por Jack, que apenas y le hablaba durante clases o comidas.
Aquella tarde, a dos días de que regresaran a sus casas, Leo entró a su dormitorio para dejar sus cosas después de pasar un gran rato con Harry. No pasó mucho cuando la puerta se volvió abrir y al girarse, pudo ver a Jack, un poco más sonriente de lo que lo ha visto los últimos días.
—¿Por qué tan feliz? —preguntó Leo temiendo que le dijera algo relacionado con Anthony. Vio a Jack encogerse de hombros sin querer borrar la sonrisa.
—¿Por qué no estarlo? —el castaño avanzó a su cama y dejo caer los libros que llevaba en brazos. Leo lo miró con el ceño fruncido y se acercó un poco más.
—¿Por qué has estado evitándonos?
Fue el turno de Jack de fruncir el ceño.
—No lo he hecho.
—Si lo has hecho. —Jack negó con la cabeza haciendo una mueca graciosa con la boca—. Jack ¿comiste algo? Pareces raro.
—Noooo —arrastró la palabra sin dejar de negar con la cabeza—, me la pase con el grupo de estudio todo este rato. Bueno, solo Hannah nos dio unos... dulces para quitarnos un poquito el estrés.
