EPÍLOGO

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❝Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae❞


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Epílogo


Dieciséis años después...

La nieve caía afuera, llenando toda superficie de un hermoso, pero helado, color blanco, pocas eran las personas que andaban por las calles, algunas entraban a tiendas para hacer sus compras de último momento para la cena de navidad o para los regalos de intercambio.

Al sur de Georgia, casi en medio del bosque, se encontraba una hermosa casa rústica, de la chimenea salía humo y las luces estaban encendidas. Dentro se encontraba solo una pareja, esperando con ansias al resto de su familia. Regulus y Emmily estaban terminando de arreglarse cuando el timbre sonó por toda la casa.

—Yo abro —dijo Regulus saliendo de su habitación y dirigirse a la puerta principal.

Al hacerlo, lo primero que sintió fue un fuerte abrazo que le hizo dar un paso atrás para evitar caer mientras una sonrisa aparecía en sus labios y se agachaba para cargar a la pelinegra de cinco años.

—¡Abuelo! ¿Adivina que vi en Noruega? ¡Un Billywig! ¡Y papá no me dejo traerlo para que lo vieran!

Aquila Black se giró para señalar a Leo, que entraba tratando de reprimir una sonrisa, aunque quien no pudo evitar sonreír divertida al escuchar a su hija, fue Astoria, que solo negó con la cabeza divertida al ver la mala mirada que su pequeña le estaba dando a su marido.

—Que malo es tu padre, mi estrellita —Regulus negó con la cabeza, caminando hacia la sala—. Hubiera sido interesante conocer a esa criatura.

—Ya vez, papá, te dije que si quería conocerlo.

Regulus bajo a su nieta en el momento que Emmily apareció, la pequeña salió disparada para saludar y acusara a su padre con ella también. Astoria saludo a su suegro y después se acercó a su suegra.

—¿Cómo has estado, Astoria? —comenzó a preguntar Emmily— ¿Algún malestar? ¿No te ha dado lucha? —puso su mano sobre el abdomen abultado de la castaña. Astoria negó con la cabeza, sin querer borrar su sonrisa.

—Me he sentido bien, gracias Emmily, y no, no me ha dado molestia su nieto.

—¿Nieto? —preguntaron Emmily y Regulus a la vez, viendo de Astoria a Leo.

—Sí, apenas hace dos días supimos que va a ser niño —aclaro Leo parándose atrás de su esposa y acariciándole el abdomen.

Antes de que alguno de los presentes dijera algo más, el timbre volvió a sonar y del otro lado de la puerta se escuchó un grito de mujer seguido de risas de niños.

𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙏𝙤 𝙮𝙤𝙪// 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘛𝘦𝘳𝘤𝘦𝘳𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora