La guerra había comenzado de nuevo cobrando su primera víctima. Ahora no sólo dependía de ella el cambiar las cosas que están escritas, también él podía hacerlo.
Enfrentar todo para poder tener una vida tranquila de nuevo era lo que la familia Black...
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Dolores Umbridge
No sé qué le pasa a Dumbledore, pero esta vez sí se pasó con la nueva profesora, es estresante, y eso que aún no tenemos clases con ella. Dolores Umbridge es como se llama y por lo que escuché (porque no puse mucha atención), es sub secretaria del ministro o algo así.
En fin, este año ahora sí voy a intentar entrar al equipo de Quidditch, ojalá y me den la oportunidad, y para nuestra mala suerte, Malfoy fue elegido como prefecto, dos días y ya es más insoportable que antes.
Ya les estaré contando que tal es la nueva maestra y como van las cosas por acá. Les mando un fuerte abrazo.
L. A. B.
Regulus terminó de leer la carta y la dejó sobre la mesa, masajeándose la cien. Dolores Umbridge era eso, puros dolores, «Sus padres sabían perfectamente cómo iba a ser de grande y por eso lo pusieron ese nombre» Era lo que él pensaba cada que escuchaba su nombre o la veía en el Ministerio.
En su juicio el primero de noviembre de 1981, después de que Voldemort cayera, ella estuvo presente y era la que más insistía que a ningún Mortifago y seguidor debía darse la oportunidad de quedar libre.
Emmily la odio desde el primer momento en que abrió la boca y su odio aumentaba más cada que iba al ministerio a visitar a su primo, cuñado o amigo, pues la bruja la miraba con desprecio, sin olvidar el despreció que muestra a Tulio y la castaña lo único que se le antojaba cada que la veía, era ahogarla en la fuente que había en el Ministerio.
—Si a esa bruja se le ocurre hacerle algo a mi hijo —habló la castaña—, ahora si voy y la ahogo en el lago negro o se la doy al calamar gigante para que la lleve a lo más profundo de lago.
—Mamá —los mellizos se rieron por la amenaza de su madre, para ellos era un comentario gracioso, pero Regulus sabía que no lo era, de verdad era, más que una amenaza, una promesa que sí cumpliría.
—¿De verdad existe un calamar gigante en el lago de Hogwarts? —preguntó Altair acomodando sus lentes y viendo de su madre a su padre.
—Por supuesto que si —contestó Regulus viendo el tablero de ajedrez— y desde las ventanas de la sala común de Slytherin se ve como pasa.
—¿Cómo es la sala común? —preguntó esta vez Kaia.
—Grande —contestó Emmily, peinando a su hija—, algo fría, quizás la vista no es la mejor, porque no puedes abrir las ventanas, pero cuando las criaturas del lago pasan es lo más interesante.
