La guerra había comenzado de nuevo cobrando su primera víctima. Ahora no sólo dependía de ella el cambiar las cosas que están escritas, también él podía hacerlo.
Enfrentar todo para poder tener una vida tranquila de nuevo era lo que la familia Black...
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Magia De Sangre
Cuando Hades dejó a Dayana, no lo hizo con el más mínimo cuidado.
Su cuerpo cayó con un golpe seco sobre el pasto del patio de su hogar, al alzar la vista, pudo ver a Hades sonreírle de manera burlona antes de desaparecer.
—¡No! ¡Maldito infeliz! —gritó mientras se ponía de pie, aunque ya lo había manera de alcanzar al Mortifago.
Volvió a caer sobre sus rodillas al recordar como Fallen se llevaba arrastrando a Emmily, que los llamaba a ambos, en busca de ayuda, el cómo Regulus luchaba con desesperación por liberarse y ayudar a su esposa.
—¿Dayana? —La pelinegra se giró para ver a su madre acercarse a ella, detrás de Bárbara venían Alaric, Marcos jr y Carlos— Oh, cariño, que bueno que estas bien.
—No mamá —la pelinegra se puso de pie mientras negaba con la cabeza y los ojos se le llenaban de lágrimas—, no estoy bien. Por mi culpa tienen a Emmily y Regulus —Bárbara trató de abrazar a su hija, pero esta retrocedió.
—No fue tu culpa Dayana —Carlos intentó acercarse también.
—¡Sí, si lo fue! ¡Porque si no me hubiera dejar atrapar! ¡Si hubiera podido resistir a la maldición esto no estuviera pasando! —al no poder controlarse más, las lágrimas caían por sus mejillas, sintiendo un dolor en el pecho—. No quiero perderlos, ya perdimos a Tulio, no sé si pueda soportar perder a Emmily y a Regulus...
—No los vamos a perder —Carlos consiguió acercarse y abrazarla con fuerza—. Así tengamos que poner a todo el mundo de cabeza para encontrarlos, lo vamos hacer.
Los otros tres se quedaron observándolos, sintiendo el miedo, la impotencia y el enojo a través del llanto de Dayana, que sin importar todo lo que le digan, ella se seguiría culpando por lo ocurrido, y sabrá que, si sus amigos mueren, sus muertes quedarán en su conciencia y no sabía cómo lidiar con eso.
Marcos le aviso a su hermana que Dayana ya había aparecido, Helen aún seguía en Londres, tratando de ver que hacer junto a James y Sirius.
Walburga y Orión también trataban de buscar una solución, pero su mayor prioridad en ese momento era mantener a salvo a sus nietos, eso se lo había dejado bien claro Sirius a sus padres.
Leo quería ayudar a sus tíos con la búsqueda de sus padres, quería ir con Dayana y afirmarle que no era su culpa, sabía que no era de esas personas que traicionaban a los suyos, quería hacer muchas cosas, pero nadie le dejaba hacerlas y los entendía, sabía que sí se descuidaba también podrían llevárselo, y no sólo a él, también a sus hermanos y no permitiría que eso pasara, así que sólo se dedicó a estar con Altair y Kaia, mantenerse fuerte para ellos a pesar del miedo que sentía.
