La guerra había comenzado de nuevo cobrando su primera víctima. Ahora no sólo dependía de ella el cambiar las cosas que están escritas, también él podía hacerlo.
Enfrentar todo para poder tener una vida tranquila de nuevo era lo que la familia Black...
❝Quien dice que después de la tormenta viene la calma, cuando puede haber un rayo❞
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El Inicio De La Guerra
La simple idea de que Lord Voldemort haya regresado les hacía sentir a muchos que la paz y tranquilidad que había en sus vidas se esfumaba como el humo en el viento.
Cuando Emmily y Regulus regresaron a Londres, primero fueron a Grimmauld Place para dejar a los mellizos con sus abuelos. Estos les contaron a Walburga y Orión lo que había pasado y la pareja Black les pidieron mantenerse alerta por si algo salía mal, aunque pensaban que quizás estaba exagerando.
El Señor Tenebroso no iría a buscarlos apenas regresará de la muerte, de hecho, le rezaban a todo el mundo para que en ese tiempo se le haya olvidado la traición que cometieron, pero Regulus sabía que no era de olvidar tan fácil.
Walburga insistía en qué no deberían ir a Hogwarts como lo querían hacer, pero en ese momento, los sueños que había tenido Emmily anteriormente y que le había contado, habían cobrado sentido y sabía que su sobrino Harry estaba en medio de todo eso, y también sabía que no se quedaría tranquila sin saber por sí misma que estaba bien y saber que realmente pasó, por lo que al final, simplemente vio cómo se iban.
Cuando llegaron al castillo, caminaron lo más rápido que podían hacia el campo de Quidditch, donde sabían, se llevaría a cabo la tercera prueba. No tan lejos de donde ellos caminaban, pidieron ver a una persona cojear junto a otra persona un tanto más baja, no le tomaron mucha importancia y siguieron su camino.
Al llegar se encontraron con una escena desgarradora: Amos Diggory lloraba sobre el cuerpo sin vida de su hijo, varios alumnos, en especial las chicas, también lloraban por la pérdida de su amigo y compañero, y todos los demás murmuraban entre ellos.
Mientras caminaban por la orilla de las gradas, para no llamar tanto la atención de los estudiantes, vieron a Leo con sus amigos hablando, unos cuantos lugares más apartados vieron a Sam hablando con los cuatro Weasley que estaban estudiando en el momento y con Hermione, quien parecía estar buscando a alguien. Del otro lado de las gradas vieron a James, Lily, Sirius y Marlene hablando con Dumbledore, Mcgonagall, Snape y el ministro.
El que el ministro estuviera presente con algunos aurores le ponía un tanto incómodo a Regulus, sabía qué con el retorno de Voldemort, de nuevo él y su esposa tendría que estar bajo la mira del Ministerio. Emmily lo notó y entrelazó sus dedos con los de él, dando un ligero apretón.
Cuando quisieron acercarse más para preguntar que pasaba, el director del colegio junto a sus dos profesores predilectos y el matrimonio Potter avanzaron a gran velocidad hacia el castillo. Sirius y Marlene fueron los que se acercaron a ellos sin dejar de caminar detrás de los demás para explicarles lo que pasaba.
