40||El Futuro En Un Segundo

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❝Todo fluye. Nada permanece❞


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El Futuro En Un Segundo


Los días que le siguieron al funeral de Emmily no fueron nada fáciles para todos.

Los jóvenes regresaron a Hogwarts.

Si antes Leo no ponía del todo atención por la preocupación, ahora no quería salir de su habitación por la tristeza.

Sus amigos le insistían en que siguiera adelante, Daphne y Theo también estaban detrás del chico Black, tratando de animarlo. Sus primos y los amigos de estos no se quedaron atrás, y quien más se acercaba a él era Luna Lovegood.

—¿Sabías que yo perdía mi mamá a los nueve años? —dijo un día cuando Jack y Astoria consiguieron sacar a Leo de la sala común. Estaban sentados en la mesa de Slytherin y Luna estaba sentada frente a él— Fue muy triste perderla, porque era más apegada a ella, pero papá me dijo que ella siempre estaría conmigo, cuidándome y que nunca me dejaría sola.

Leo la miró y la rubia le regaló una sonrisa, estiró su mano por encima de la mesa y el pelinegro, soltando un suspiro, puso su mano sobre la de ella, que la apretó con delicadeza.

—Yo sé que tu mamá está contigo y con tus hermanos, cuidándolos —continuó Luna, haciendo que el nudo en la garganta de Leo creciera más—, y también sé que le gustaría verte sonreír y echarle ganas. No estás solos Leo.

Leo no pudo decir ni una sola palabra, porque si lo hacía, rompería a llorar y no quería hacerlo frente a toda la escuela, que seguían mirándolo. Muchos se acercaban a él para darles el pésame, entre ellos, Draco Malfoy se había acercado una noche. Leo lo sintió tan sincero que le pidió que le hablara sobre las nuevas estrategias que ocuparían en el siguiente partido.

Por otro lado, Regulus había tomado la decisión de quedarse en Grimmauld Place por un tiempo indefinido. Regulus no salió de la casa en lo que se recuperaba por completo, aunque la falta de sueño y apetito no hacían que el proceso fuera más rápido.

Walburga, en varias ocasiones, había encontrado a su hijo sentado en el sillón a mitad de la noche, con la mirada perdida y jugando con el anillo de bodas entre sus dedos.

No lo habían visto llorar desde el funeral, solo lo veían leer libros, practicando hechizos y maldiciones. Las pocas veces que llegó a quedarse dormido, y que en su mayoría habían sido con ayuda de una poción, lo hacía en la cama de su hija, siendo abrazado por ella, incluso Altair sé unía para hacerle compañía a su padre.

Los días se convirtieron en meses y cada día que pasaba, las cosas se ponían peores, el mismo clima les recordaba que muy pronto todo se acabaría, los ataques comenzaban a ser más recurrente y la Orden trataba de reunir a más gente. Sirius y James querían que Regulus quedará fuera de la Orden, pero Regulus se negaba a eso.

𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙏𝙤 𝙮𝙤𝙪// 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘛𝘦𝘳𝘤𝘦𝘳𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora